Andalucía
Un «ascua de luz» de color gris plata
Fernando Calderón ha confeccionado el «terno del centenario de la coronación», con el primer manto bordado al completo
Fernando Calderón ha confeccionado el «terno del centenario de la coronación», con el primer manto bordado al completo
El primer manto bordado al completo de la Virgen del Rocío, que luce en la romería de este año, lleva el sello de Fernando Calderón. Un regalo de la ciudad de Jerez de la Frontera que empezó a gestarse en 2014 y que ha terminado con la confección no sólo de esta pieza, sino del traje y la toca de sobremanto. Calderón, autor también del simpecado de la hermandad de Jerez, hizo primero el dibujo del traje. «Gustó tanto que se decidió diseñar el resto de las piezas a juego».
El bordador asegura que el ajuar de la Blanca Paloma tiene una iconografía «muy definida» y atesora una gran «riqueza patrimonial». Quería desde un principio hacer una pieza «con personalidad» para aportar «variedad» al conjunto de ternos, sin que se repitieran conceptos anteriores, aunque respetando unas líneas concretas. El resultado sigue las trazas del barroco, con «muchísima simbología». El ajedrezado del manto se inspira en los brocateles de los trajes de cortesana de la época de los Austrias. «Éste es el origen de la vestimenta de la virgen». De arriba hacia abajo, en la parte de los hombros, figura un destello que hace alusión a la visión apocalíptica de la virgen como «mujer vestida de sol». En la calle central van apareciendo llamaradas de fuego en alusión a la fiesta de Pentecostés. En una cartela se sitúa el lema «Rocío del cielo». Más abajo aparece un manifestador o baldaquino bordado con el escudo de San Juan Pablo II, pontífice tan ligado a la devoción rociera. Incluso se puede leer la frase que pronunció desde el balcón del santuario: «Que todo el mundo sea rociero».
En la cola, en la parte central, se puede observar el escudo de la hermandad matriz de Almonte. En el borde de la cola aparece la segunda, tercera y cuarta sevillana de la coronación, obra del canónigo de la Catedral de Sevilla Muñoz y Pabón. La primera se encuentra en las dos cartelas del traje: «La Virgen del Rocío no es obra humana». El conjunto se completa, a la izquierda, con el escudo de Felipe VI, para enmarcar el periodo histórico en el que se realizó el terno; junto a los escudos de la villa de Almonte, el pontificio y el de la ciudad de Jerez.
El terno contiene más de 3.000 piedras semipreciosas, destacando en la cartela central dos mariposas de joyería de estilo «art decó». Calderón no ha tenido prisa a la hora de confeccionar el conjunto y cita otros mantos de gran valor, como el de la condesa de París o el de los Apóstoles, ese último con una buhardilla «riquísima» y con espacios para que se puedan colocar tablones detrás. Con el nuevo manto estos tablones no son necesarios. En cuanto a la toca de sobremanto, el bordador asegura que está confeccionada a base de punto ruso en hojilla de oro, con bolillo mezclado.
El tejido escogido es tisú en color gris plata. «Todos los trajes de la virgen son en tonos marfiles o blancos», recuerda. El trabajo es en oro fino, una minuciosa que «merece ser contemplada de cerca». Calderón ha confeccionado este terno con motivo del centenario de la coronación –nombre que llevará a partir de ahora–, por lo que muestra su «orgullo» por esta circunstancia. De momento, confiesa que la crítica «ha sido muy positiva». «He podido hablar con mucha gente relacionada con el gremio y el sentir ha sido muy positivo». El pueblo de Almonte, que con tanto celo cuida todo lo relacionado con la Blanca Paloma, también ha dado su aprobación. «Ven a su patrona guapísima», ya que el conjunto «ha encajado a la perfección». Una vez que la virgen salga a las calles de la aldea, el resultado «va a ser un espectáculo», porque la joyería del manto «lo va a convertir en un ascua de luz». «Se van a apreciar la cantidad de matices que tiene. Va a ser maravilloso con las primeras luces del día».
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