Castilla y León
Agricultura no deja pasar una y realiza 900 inspecciones de control alimenticio
La Consejería de Silvia Clemente emite 251 informes con irregularidades
SALAMANCA No deja pasar una. La seguridad alimentaria y el control de la calidad de los alimentos es una obsesión para la consejera de Agricultura y Ganadería. Por este motivo, Silvia Clemente ha reforzado los controles y las inspecciones por toda la Comunidad, ya sean fabricantes, envasadores, almacenistas o elaboradores, con el objetivo de garantizar la seguridad de las personas pero también calidad de los productos que se comercializan en nuestra Comunidad.
Los inspectores del sistema de control de la calidad comercial alimentaria de la Consejería de Agricultura y Ganadería emitieron realizaron el pasado año un total de 890 inspecciones en establecimientos. Resultado: Levantamiento de un millar de actas, toma de cerca de seiscientas muestras para su posterior análisis y un total de 251 informes positivos por irregularidades en productos de alimentación comercializados en Castilla y León. Si bien es cierto, que la mayor parte de estas irregularidades detectadas han sido por anomalías en el etiquetado.
El mayor número de informes positivos se registró en Salamanca, con 80; seguido de Valladolid y Burgos, con 60 y 46. Asimismo, los inspectores emitieron 27 informes positivos en Ávila; 16 en Zamora, ocho en Soria; seis en León y Segovia, en ambos casos; y dos en Palencia. En cada visita que se realiza a un punto de control se levanta un acta, aunque en ocasiones es necesario llevar a cabo más de una visita, para comprobar documentación que el operador no tenía en un primer momento, o para realizar una toma de muestra posterior de un producto específico, por lo que el número de actas levantadas no coincide con el número de inspecciones. Por ejemplo, dentro de la campaña del Plan Nacional de Control de la cadena Alimentaria, la Junta realizó inspecciones en 586 puntos, la mayor parte (179) sobre derivados cárnicos.
Y es que cada inspección incluye uno o varios controles, ya sean documentales o para examinar la trazabilidad, las facturas o albaranes así como el etiquetado según la normativa general, específica del producto y nutricional. Además, se verifica la calidad de los productos mediante la toma de muestras para el análisis de su composición; y se controla el contenido efectivo, en su caso.
A lo largo de este año, la Consejería ya ha avanzado que se intensificarán los controles.
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