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Castilla y León

Castilla y León pierde en una década a 140.700 asalariados con edades entre los 16 y 34 años

CC OO advierte de que más de 13.000 jóvenes han abandonado la Comunidad durante el último lustro

La Razón
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Los jóvenes son el futuro. Una sentencia que en el caso de Castilla y León transporta hacia una pesimista visión de lo que deparará a la Comunidad, la evolución demográfica durante los próximos años. Un informe de CCOO pone de relieve los riesgos de que el mercado laboral se quede sin relevo generacional y constata que entre 2007 y 2017, Castilla y León perdió 140.700 asalariados de entre 16 y 34 años. En concreto, su número pasó de 332.700 contabilizados en el primer año de la crisis a los 192.000 de una década después. En concreto, el número de hombres asalariados mermó en 80.500, hasta los 101.700 el año pasado; y el de mujeres, en 60.100, hasta las 90.400.

El documento analiza a la «Generación Móvil», a los jóvenes que son los «nuevos nómadas del mercado de trabajo» y para lo que se está negociando en el Diálogo Social un plan de choque que evite su marcha y facilite su retorno. Un colectivo, destacó la secretaria de Salud Laboral y Juventud de Comisiones Obreras de Castilla y León, Sheila Mateos, que se ha convertido en la «principal víctima» de las reformas laborales, y sus consecuencias en forma de «precariedad en el empleo, temporalidad y flexibilidad». La baja demografía y la falta de oportunidades impactan directamente sobre este colectivo llamado a ser el relevo laboral del tejido productivo de Castilla y León. «Son el futuro del sostenimiento del empleo, sino hay mano de obra se acabarán cerrando las industrias», dijo.

Mateos constató que la situación laboral por la que atraviesa el colectivo en la Comunidad, llevó a más de 13.000 jóvenes a abandonar Castilla y León entre 2013 y 2017, «en busca de nuevas oportunidades y poder tener acceso a una vivienda para poder emanciparse».

Sheila Mateos destacó también que la investigación pone de relieve que es el sector industrial el que presenta las tasas de empleo más altas entre las personas jóvenes, mientras que las relacionadas con la tecnología sigue estando entre los sectores con tasas más bajas al igual que ocurre con las actividades profesionales, científicas y técnicas; es decir con aquellas que están relacionadas directamente con la innovación tecnológica y la investigación.

Los datos recabados por CCOO concretan que la industria manufacturera asumía en 2017 el 23,6 por ciento de los asalariados de entre 16 y 34 años, seguida por el comercio, con el 14,9 por ciento, y la hostelería, con el 12,1 por ciento. Por el contrario, la rama de información y comunicaciones asumía sólo el 2,5 por ciento; y las actividades profesionales y científicas, el 3,4 por ciento.

Mateos recalcó que con esta estructura no es de extrañar que los jóvenes mejor formados por las universidades tengan que salir fuera a ganarse la vida; y denunció también que en esos sectores de las nuevas tecnologías solo obtienen contrataciones temporales o por horas o teletrabajo, sin apenas cotización.

El análisis recalca que el número de personas de entre 16 y 34 años está sufriendo un descenso progresivo y continuado en los últimos años para ambos sexos; bajada que es «mucho más pronunciada» entre la población joven de mayor edad, es decir, entre la que se encuentra comenzando su vida laboral, de manera que en el año 2017 sólo suponían en la comunidad el 15,5 por ciento del total de habitantes de 16 a 30 años, situándose sólo León, Palencia y Zamora ligeramente por debajo de esta media.

El documento precisa que en Castilla y León había el año pasado 428.100 personas de entre 16 y 34 años, el 4,6 por ciento del total de personas de estas edades a nivel nacional y el 18 por ciento por ciento de los habitantes de la Comunidad. En concreto, 80.500 tenían de16 a 19 años, 103.000 de 20 a 24 años y 244.600 de 25 a 34 años. Estos datos representan el 83,4, 69,7 y 67,1 por cien de los contabilizados hace una década, respectivamente.

Del total de estas personas, el porcentaje más elevado de activos se encontraba en los ratios de edad más altos, de manera que entre los 25 y 34 años sólo el 13 por ciento de la población era inactiva. Las mujeres presentaban una tasa de actividad ligeramente inferior a los hombres en todas las edades.