Valladolid

El murciano Miguel Sánchez Robles se alza con el VI Premio de Poesía José Zorrilla

El jurado destaca la fuerza expresiva y su incisiva denuncia social en el poemario galardonado, «La sucia piel del mundo»

Los miembros del jurado, Carlos Aganzo, Fermín Herrero, Luis Alberto de Cuenca, Jorge de Arco, Esperanza Ortega y Jesús Fonseca junto al presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el empresario Enrique Cornejo
Los miembros del jurado, Carlos Aganzo, Fermín Herrero, Luis Alberto de Cuenca, Jorge de Arco, Esperanza Ortega y Jesús Fonseca junto al presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el empresario Enrique Cornejolarazon

«Duele la luz/porque la vida suele secarte el corazón/matar a tus amigos uno a uno». Así arranca el poemario «La sucia piel del mundo», del autor murciano Miguel Sánchez Robles que se acaba de alzar con el VI Premio Internacional Premio de Poesía José Zorrilla, fallado ayer en la capital vallisoletana. Un galardón logrado por «mayoría» y cuya obra ganadora destaca por su «fuerza expresiva su capacidad de suscitar emoción en el lector, su dominio del oficio poético, su madurez literaria y su incisiva denuncia social en un momento en el que la poesía tiene que ser testigo de su tiempo», según destacaba el portavoz Luis Alberto de Cuenca.

En esta ocasión, el jurado estuvo presidido por Luis María Ansón, quien no pudo asistir al acto, y conformado por el propio Cuenca, Gonzalo Santonja, Carlos Aganzo, Fermín Ortega, Jorge de Arco, Jesús Fonseca y Esperanza Ortega.

Un Premio al que han optado cerca de 200 trabajos procedentes de todo el mundo, y con una «alta calidad» y con «estilos muy diferentes», y lo que ha permitido que a la ronda final llegaran unos cinco trabajos «muy buenos», y de ahí que no se haya fallado por «unanimidad», como declaraba Fermín Herrero.

La obra ganadora, según señalaba el poeta soriano, cuenta con «un gran dominio de oficio y rítmico; se trata de un poemario muy equilibrado donde confluyen la nostalgia y la melancolía; y además recoge tendencias de la poesía actual, aunque con distintos matices».

De Cuenca indicaba también que a los miembros del jurado no les extrañaba la «gran profesionalidad» del ganador y que viene jalonada por un buen número de premios que ha conseguido a lo largo de su trayectoria. Catedrático de Geografía e Historia, Miguel Sánchez Robles cuenta en su haber con varios premios de poesía como los «Gabriel Celaya»; «Ciudad de Ronda» o «Leonor» así como el Premio Internacional «Javier Tomeo» de novela o el «Fray Luis de León» por «La tristeza del barro».

Por primera vez se incorporaba a la nómina del jurado la poetisa Esperanza Ortega, quien declaraba que el ejercicio poético supone una «gran responsabilidad y compromiso con el lenguaje. No se trata de un adorno. Es tensión y exigencia. Y en todo buen libro de poemas debe existir una confrontación con el mundo, con lo que se dice y con la búsqueda de la verdad».

Por su parte Gonzalo Santonja, declaraba sentirse «impresionado» por este poemario ya que entre tanta denuncia y desesperanza, de repente aparecen versos que atisban un halo de esperanza como «...todavía crecen las palomas/ aún es tiempo...».

Mientras, el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, apuntaba que «la poesía es un arma para hacernos a todos muchos mejores», a la vez que agradecía al empresario Enrique Cornejo que siga apotando por este galardón y su vinculación con la ciudad.

El propio Cornejo era el encargado de cerrar el acto haciendo una reflexión sobre el sentido de la poesía en el día a día, y confirmaba que el Premio continuará entregándose en Valladolid, deseando que en el futuro «vaya todavía a más».