Castilla y León
Familias que tienen hijos con dislexia demandan maestros mejor formados
Inician una campaña en pueblos de Valladolid para hacer una radiografía y elaborar un plan de acción
Las familias que tienen hijos con problemas de aprendizaje y dificultades para leer y escribir, como puede ser la dislexia, la discalculia o el déficit de atención, se están empezando a movilizar por toda España con el objetivo de hacer una foto real de la situación de este colectivo, que se estima afecta al 10 por ciento de la población, para de esta forma poder elaborar un plan de acción que dé respuesta a las necesidades de este alumnado.
Es el caso de Valladolid, primera provincia que se está implicando y que, de la mano de la Diputación y la Asociación Vallisoletana de Dislexia y DEAs), acaba de poner en marcha una campaña de sensibilización, que recorrerá durante este mes de junio y el de julio los principales municipios de la provincia para informar a las familias sobre estos trastornos neurológicos crónicos.
«No hay apenas información ni recursos y los docentes carecen de la formación necesaria para poder detectar a estos alumnos con problemas de aprendizaje y actuar en consecuencia», advierte a LA RAZÓN Ana Sobrino, presidenta de la Asociación Vallisoletana de Dislexia, quien explica lo que quieren las familias afectadas es conocer las necesidades educativas que tienes sus hijos.
Por ello, avanza a este periódico que en esta campaña se desplazarán especialistas que llevarán a los pueblos el servicio de logopedia, y que pretenden explicar y hacer entender a las familias los síntomas así como ayudarlas a conocer los pasos que hay que seguir. «No es lo mismo el caso de un niño de ocho años que no lee bien que el de un chaval de doce que necesita apoyo escolar», señala Sobrino, mientras recuerda que en cuatro de cada seis casos de fracaso escolar está detrás la dislexia y lamenta que el 90 por ciento de ellos se detecta cuando el alumno ha empezando a suspender asignaturas.
La presidenta de la asociación insiste en que la clave de todo es la formación del profesorado y que este retraso en la detección de los casos se debe al desconocimiento que tienen de los síntomas. «La mayoría de estos alumnos pasan desapercibidos en clase y los docentes suelen pensar que son vagos y no se aplican lo suficiente y que se despistan fácilmente, cuando la realidad es que tienen un problema neurológico», alerta. Asimismo, Ana Sobrino asegura que faltan medios y recursos, como maestros en audición de lenguaje y demanda más atención al respecto a la Administración autonómica ya que no están reconocidos como Discapacidad.
Sobrino explica que en Castilla y León hay un plan de atención a la diversidad y reconoce que en 1º y 2º de Educación Primaria hay acciones como un cribado de lectoescritura para detectar posibles este tipo de trastornos neurológicos. Medidas que cree que son insuficientes y por ello considera que hay que dar más pasos. Especialmente -dice- una vez detectado el caso, ya que según la presidenta de la Asociación de Dislexia en nuestra Comunidad no se está realizando bien este tema «ya que no hay planes para atender a los niños con estos trastornos neurológicos y estamos en manos de los maestros».
La campaña comenzaba el pasado viernes en Íscar y el día 28 llegará a Tordesillas. Ya en julio estará también en Olmedo, Peñafiel, Medina del Campo y Rioseco. Y según señala Sobrino, la idea es que poco a poco llegue a otras localidades más pequeñas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar