Javier Iglesias llama a todos a luchar contra la despoblación en Salamanca y el PSOE propone un pacto contra ella

Javier Iglesias no suelta el bastón de mando de la Diputación de Salamanca. El dirigente popular volvía ayer a tomar posesión como presidente de la institución provincial en el Palacio de La Salina por tercera vez consecutiva y con un claro objetivo: frenar la despoblación que sufre el medio rural salmantino.

Iglesias aprovechaba su discurso de investidura para llamar a todas las administraciones a estar unidas y coordinadas y a la sociedad en su conjunto a implicarse más en este reto.

Arropado por su familia y por dirigentes como el próximo presidente de la Junta, el también salmantino Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, entre otros, Javier Iglesias elaboraba un discurso de mano tendida hacia el resto de formaciones políticas «porque no comprendo la política si no es desde una posición de acercamiento y de búsqueda de entendimiento con el que piensa diferente».

Acabar «de una vez por todas» con la brecha digital y extender la banda ancha hasta el último rincón de la provincia, con los seis millones de euros que la Junta se ha comprometido a aportar para ello; impulsar una discriminación fiscal positiva contundente; promover reformas legislativas que se adapten a la realidad concreta del mundo rural; mantener servicios públicos de alta calidad; y acabar con la «imagen peyorativa y menos amable» de lo que supone vivir en un pueblo, son algunas de las actuaciones que quiere llevar a cabo durante su mandato.

Iglesias encontraba apoyo en el socialista Fernando Rubio, quien con un discurso constructivo, leal y moderado, recogía el guante lanzado por el presidente de la Diputación salmantina, y proponía al PP un pacto «real, abierto y comprometido» contra la despoblación, además de ofrecer al equipo de Gobierno el trabajo y el conocimiento de los diputados del PSOE para tal fin.