Julio López desenmascara en un libro los egos de los dirigentes del PSOE regional

J. BLANCO- Valladolid

Entró de rebote y muy ilusionado en el mundo de la política y ocho año después la abandonaba decepcionado. Su trabajo, en especial económico, no le valió para mucho. Quedó marcado por no posicionarse en una batalla de egos entre dos políticos y eso marco su defunción política. Y un año después de desvincularse del PSOE y volver a las aulas de l Universidad de Valladolid, el que fuera viceportavoz de Economía en las Cortes, relata su epopeya en la novela «Con mamá o con papá», en las que cuenta sus peripecias reales y situaciones en esos ocho años convulsos del Partido Socialista, aunque con otros nombres, aunque la mayor parte de ellos reconocibles.

Julio López atiende a LA RAZÓN para explicar los motivos que le han empujado a escribir este libro y para desvelar que se va a encontrar el lector que decida sumergerse en estas páginas. «La gota que colmó el vaso de las decepciones es cuando se echó a Pedro Sánchez como secretario general del partido y uno de los que votó en su contra fue Julio Villarrubia, que había vivido la misma situación años antes en Castilla y León y denunció que era un acto indecente e inmoral. Me pareció tal incoherencia que presenté mi dimisión y empecé a escribir las ideas que me brotaban», señala.

En el mes de marzo ya cuenta con un texto bastante articulado y es entonces cuando lo envía a una editorial encontrando respuesta rápida para su publicación. «Yo entré en la política de manera altruista al colaborar con el equipo de Ángel Villalba, luego llegó Óscar López, me dijo que contaba conmigo y cogí una excendencia en la Universidad. Yo tenía superidealizado el trabajo en las Cortes pero la deriva posterior y el tener que posicionarme me hizo renunciar a todos mis cargos», señala. Luis Tudanca, posteriormente, le daría la estocada mortal.

«No había bicefalia, había dos cuerpos irreconocibles en el PSOE y con tal estado de tensión que debilitó al partido y tuvo el peor resultado de su historia. Se perdió una oportunidad histórica y ahora desde la distancia veo que se siguen cometiendo los mismos errores que antaño». En todo momento, Julio López afirma que no se trata de un libro por «venganza», sino de expresar lo que vivió de primera mano y lo que se encontró por el camino. «Finalmente te das cuenta por qué los políticos son el tercer problema del país, aunque sean necesarios».

Tras su salida confiesa que «se pueden contar con los dedos de la mano los amigos que me quedan en el PSOE. Dentro de la política que yo he conocido, amigos no hay» y afirma que al mundo de la política no va a volver porque «no me ha aportado nada».