La Junta amplía los inspectores para garantizar una Educación de calidad

Garantizar una Educación de calidad. Ese es uno de los objetivos permanentes de la Junta que, para lograrlo, va a ampliar el cuerpo de inspectores para 2019 en torno a un 15 por ciento, lo que supone 18 nuevas plazas de este colectivo «prestigioso y estratégico para todo el sistema».

Así lo anunció el consejero del ramo, Fernando Rey, quien destacó en las jornadas «Educación basada en competencias», celebrada en Ávila, con la presencia de casi la totalidad de los miembros de este cuerpo, el papel que desempeñan los inspectores desde el punto de vista del control y la formación de equipos directivos en los centros.

En este sentido, afirmó que todos ellos «garantizan que las directrices y las normas lleguen a todos los colegios e institutos», pero también «se hacen eco de cualquier problema en los centros de estudio», haciéndoselos llegar a las respectivas direcciones provinciales de educación.

El consejero subrayó la importancia de este seminario en un momento en el que el sistema «está transitando» desde el aprendizaje de contenidos «a base de memoria», a otro de competencias que incluye contenidos que ofrecen claves «para que los estudiantes sean capaces de enfrentarse a situaciones de la vida personal y laboral».

«Es evidente la necesidad de una renovación pedagógica porque tenemos que preparar a nuestros jóvenes más que a saber cosas que pueden encontrar en una enciclopedia, a poder salir airosos a las situaciones con las que se van a encontrar», explicó Fernando Rey.

Esa remodelación, añadió, pasa porque «para nuestros escolares es tan importante saber matemáticas como comunicar».

En este contexto, el inspector central de Educación de Castilla y León, Paulino Martín, apuntó que dicho foro pretendía que «la inspección educativa sea el motor del cambio e impulso para ese modelo de Educación basado en las competencias».

Para ello, estas jornadas no solo pretender captar la opinión, no solo de expertos universitarios, sino también de los centros educativos que han protagonizado «grandes experiencias» en Castilla y León.

En su opinión, desde la Administración autonómica se ha dado «un gran impulso» a la formación de los docentes, pero «falta un pequeño empujón» para contribuir al desarrollo de ese nuevo modelo educativo.

Una nueva forma de educar que, a juicio de Fernando Rey, pasa por el cambio de la enseñanza clásica y «academicista» a otra en la que el alumno aprende por sí mismo y por proyectos.

Se trata de una tarea que «está llevando años», porque supone un «cambio de mentalidad» que, en ocasiones, «resulta difícil», explicó el consejero.

Esta «mejora de sistema» obedece al hecho de que los escolares actuales van a tener que trabajar en profesiones que «en este momento no están definidas» y que posiblemente les obliguen a realizar «varias funciones a lo largo de toda su vida, en varios idiomas, quizá en varios países y, desde luego, en varias ciudades», aseveró.