Segovia

La obra poética de Jaime Siles, «Galería de rara antigüedad», se alza con el «Gil de Biedma»

El jurado destaca su elegancia y belleza clásica

El jurado del premio Gil de Biedma durante el fallo de la XXVIII edición de los premios con Vázquez, Aganzo, Ansón, De Prada, Santonja, Piedra y Herrero entre sus miembros
El jurado del premio Gil de Biedma durante el fallo de la XXVIII edición de los premios con Vázquez, Aganzo, Ansón, De Prada, Santonja, Piedra y Herrero entre sus miembroslarazon

El prestigioso poeta y filólogo valenciano Jaime Siles es el ganador del XXVIII Premio Internacional de Poesía «Jaime Gil de Biedma», con su obra «Galería de rara antigüedad». Además, el jurado eligió como accésit el poemario «Antología invisible», del periodista y escritor uruguayo Rafael Courtoisese.

El coordinador del galardón, Gonzalo Santonja, explicó que son dos autores de gran renombre y trayectoria contribuyendo a consolidar el «Gil de Biedma» como de los grandes de «las literaturas en español» y llamó la atención sobre que los autores se hayan presentado a este premio «por plicas».

Santonja recordó que el ganador es catedrático de Filología Clásica y además posee «una trayectoria brillante y dilatada» como poeta, con grandes estudios publicados sobre la obra de Ayala, Machado, Alberti o Salinas. Siles posee también el Premio de las Letras Valencianas y tiene más de una treintena de poemarios publicados.

Por su parte, la miembro del jurado Raquel Lanseros fue la encargada de glosar la obra ganadora que fue elegida por unanimidad, por su «léxico deslumbrante» en un libro «muy culto y culturista» que se apoya en «los valores eternos del mundo clásico». Lanseros aseguró también que Siles es «valiente» precisamente porque estos valores «hoy en día se están perdiendo» y hay que «recuperar las Humanidades y los clásicos como fuente inagotable de elegancia y belleza y cuna de nuestra cultura».

La también poeta Lanseros explicó que tras conocer el nombre del ganador, con la apertura de la plica, el jurado confirmó sus sospechas de que el poemario era obra de un autor con un «profundo conocimiento de la creación poética» por la «elegancia y belleza» reflejada en unos valores «transmitidos perfectamente».