La superficie quemada en Castilla y León este verano es la más baja del último decenio

La superficie quemada en Castilla y León esta temporada estival es la más baja del último decenio. Así lo aseguró el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien lo atribuyó a las condiciones climatológicas favorables y a una mayor conciencia y respeto de la ciudadanía.

A pesar de ello, recordó que la Junta «no baja la guardia ante los fuegos que puedan producirse porque nos encontramos en el peor momento del año», finales de agosto, donde el agotamiento y la pérdida de humedad de la vegetación es mayor.

También quiso pedir la colaboración ciudadana para la detección de incendios y valoró la prudencia de la población traducida en un menor número de sucesos de este tipo este año, ya que se deben en un 94 por ciento a causas humanas, ya sea de manera intencionada o por una neglicencia.

El consejero visitó el sistema de vuelos del avión tripulado remotamente del Ministerio de Fomento y Medio Ambiente, uno de los cuatro que se encuentran en la base aérea de la Virgen del Camino de León y que colaboran con la Junta en la prevención y extinción de incendios.

Suárez-Quiñones se refirió a él como «más que un dron», al haber colaborado en la detección de tres fuegos en lo que va de verano, que gracias a su pronta localización, se quedaron en poco más que un susto.

En este sentido, destacó el buen desarrollo del verano ya que la Unidad Militar de Emergencia solo ha actuado en dos incendios, cuando en 2017 salieron en 34 ocasiones en la Comunidad.

Aún así, estos aviones no tripulados operarán en los espacios verdes de Castilla y León hasta septiembre «para mantener y reforzar el operativo hasta que bajen las temperaturas».