Mujeres poderosas en la Miguel de Cervantes

Interesante, concurrido y participativo debate el que se celebraba ayer en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, para analizar y reflexionar sobre el poder de las mujeres y la representación femenina en la dirección de empresas o en las instituciones, en general, y sobre la lucha aún hoy de la mujer por la plena igualdad, en particular.

Interesante, concurrido y participativo debate el que se celebraba ayer en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, para analizar y reflexionar sobre el poder de las mujeres y la representación femenina en la dirección de empresas o en las instituciones, en general, y sobre la lucha aún hoy de la mujer por la plena igualdad, en particular.

Cientos de jóvenes estudiantes abarrotaron el salón de actos de esta institución académica y siguieron con expectación este foro que moderaba el periodista Antonio Naranjo con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción; la presidenta de las Cortes regionales, Silvia Clemente; la directora general de Sigma Dos, Rosa María Díaz; y la rectora de la UEMC, Imelda Rodríguez, como protagonistas del mismo.

Todos ellos coincidían en destacar en que aunque se ha avanzado en los últimos tiempos en materia de igualdad de entre sexos, todavía queda mucho por hacer, especialmente en lo que se refiere a la presencia de mujeres en los puestos de relevancia, en el reparto de tareas domésticas o del cuidado de hijos o personas dependientes en el hogar -el 91 por ciento de las mujeres se dedica a estas labores frente al 71 por ciento de los hombres- o en la «injusta» brecha salarial entre unos y otros en el desempeño del mismo puesto de trabajo.

«Hacen falta medidas claras de apoyo a los empresarios y a las mujeres para erradicar estas diferencias en los salarios y para lograr una igualdad real y efectiva», demandaba Silvia Clemente, quien destacaba la responsabilidad del poder político en este objetivo, pero también el de los empresarios y sindicatos a la hora de vigilar que la igualdad se cumple.

José Luis Concepción, por su parte, admitía que el hecho de que se celebren este tipo de jornadas para hablar de igualdad, significa que ésta aún no es plena ni efectiva en la sociedad, pero destacaba el cada vez mayor protagonismo de la mujer dentro del ámbito del poder judicial.

Al respecto, apuntaba que el 52 por ciento de los jueces y magistrados son mujeres y que, aún reconociendo que en la cúspide de la Justicia hay todavía una «evidente desigualdad», debido, explicaba, a que hasta los años 70 del pasado siglo no empezaron a ingresar en la carrera judicial, ponía en valor que en el caso de Castilla y León esta no sea tal, porque tres de los cuatro Salas están presididas por mujeres.

Formación en valores y en igualdad desde edades cada vez más tempranas, y responsabilidad en todos los ámbitos, «para construir una sociedad más fuerte», eran las demandas que hacían la rectora de la UEMC y la directora de Sigma Dos.

Durante esta jornada, los participantes elaboraban un decálogo de medidas para impulsar y transformar la visibilidad del poder femenino. Entre ellas, promover desde el ámbito universitario una formación en igualdad activa, a través de un efecto colmena, una cultura del mérito y el talento, y otra del éxito.

Igualmente, reclaman que se incentive el teletrabajo como forma de conciliación, que se bonifique la maternidad a las empresas; que el Estado regule para reducir la brecha salarial; o fomentar la libre elección de las mujeres sobre su carrera profesional.