Castilla y León
Numancia sube peldaños hacia el Patrimonio de la Humanidad
«En estas piedras está el alma de España», asegura Amalio de Marichalar. «Numancia refleja como ningún otro lugar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos». «Hay que potenciar el museo numantino. Es la memoria viva y permanente de la población celtíbera». «La cultura es el cuarto, pero el más importante pilar del desarrollo sostenible»
«Numancia refleja como ningún otro lugar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos», destaca el conde de Ripalda, presidente del Foro Soria 21
Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, las ruinas de la desaparecida población celtíbera de Numancia, ubicada en el Cerro de la Muela, en Garray, a siete kilómetros de Soria, escala posiciones y gana adeptos para lograr su declaración como Bien Patrimonio de la Humanidad y Memoria del Mundo, por parte de la Unesco.
Algo que, Amalio de Marichalar, su máximo valedor, espera lograr antes de 2020, pese a que en 2017 se cumplirán 2.150 años del cerco de Numancia por los ejércitos romanos liderados por el general Escipión. «Sería una fecha estupenda para lograr este reconocimiento», reconoce a LA RAZÓN el presidente del Foro Soria 21, si bien, considera que lo más importante es que se logre, y que si no es el año que viene, «pues el siguiente o el siguiente».
Amalio de Marichalar lleva casi diez años trabajando, hasta la extenuación, en esta causa cuyo triunfo ve cada vez más cerca, «para sacar a Numancia del olvido». «Es el alma de España y lo merece, porque representa el símbolo de nación, de la unión de los pueblos en aras de la libertad frente a Roma», señala.
Para el conde de Ripalda, el interés histórico y cultural; el arqueológico y paisajístico de la zona, situada entre el valle del Duero y el Tera; su valía ambiental y los valores intangibles de libertad, honor, valor y de identidad como pueblo, hacen a Numancia acreedora de este reconocimiento.
Pilar de desarrollo
Amalio de Marichalar también tiene claro que en la lista de nombres y acontecimientos históricos de la Humanidad, entre los que cita a Troya, Carlo Magno, los Reyes Católicos o la conquista de América, «falta uno, el de Numancia», e insiste en que su declaración como Bien Patrimonio de la Humanidad sería la mejor herencia moral que podrían dejar a los jóvenes y a las nuevas generaciones. «Y especialmente en estos momentos, que tanta falta hace», apunta Amalio de Marichalar. Para el presidente del Foro Soria 21, «Numancia refleja como ningún otro lugar en España quiénes somos, de dónde venimos y, sobre todo, hacia dónde queremos llegar», y destaca el espaldarazo económico y la repercusión mundial que supondría para Castilla y León, en general, y para la provincia de Soria, en particular estar en esa lista.
Defensor de la Cultura como cuarto y más importante pilar del desarrollo sostenible, «porque es la que equilibra la economía, lo social y el medio ambiente que debemos preservar», asegura que la declaración de Numancia como Patrimonio de la Humanidad «sería una gran oportunidad en medio de la crisis». En este sentido, destaca también la implicación de la Universidad y la empresa en este cometido, y pone el acento en el turismo cultural. «Soria se convertiría en un icono y en una marca única que ayudaría a crear empleo y, especialmente, a fijar población, que es uno de los grandes problemas de la provincia. Igualmente, Amalio de Marichalar llama también a dar un nuevo impulso al Museo Numantino y poner en marcha un nuevo plan de acción que lo promocione más y mejor a las nuevas generaciones. «Es la memoria viva y permanente de Numancia, de lo que es y lo que fue, y puede y debe ser de referencia internacional».
El Gobierno se moja
Hace apenas diez días, Amalio de Marichalar se reunía en Madrid con el director general de Bellas Artes, Bienes Culturales y de Archivo y Bibliotecas del Gobierno de España, Miguel Ángel Recio, y con el director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sáiz, para dar un nuevo impulso a este proceso.
Un encuentro en el que se reconocían los avances en cuanto a los apoyos institucionales obtenidos, como el de la Fundación Duques de Soria, así como de Academias, como la de Historia de Portugal, e incluso de particulares (más de doce mil firmas). Pero, también, se ponían encima de la mesa las dificultades que hay por la competencia existente, aunque el presidente del Foro Soria 21 lograba arrancar al Gobierno de España su compromiso intensificar las acciones, conjuntamente con el Ejecutivo regional, para dar a conocer los valores tangibles e intangibles de Numancia, y que España solicite a la Unesco el reconocimiento, que es el único requisito que falta para que sea viable la petición.
Lo que más le quita el sueño, es el polémico proyecto del Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA) de Soria, paralizado de forma provisional por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, pero al que el Gobierno regional no renuncia. «No entiendo el empecinamiento de la Junta con este proyecto que se encuentra justo enfrente de Numancia», señala Amalio de Marichalar quien considera que debe abrirse un debate en la sociedad y sacar el lado positivo «porque si se quiere, se puede».
El conde Ripalda defiende que hay más suelo industrial en la provincia de Soria donde se podría llevar este Parque Empresarial sin entorpecer el desarrollo de esta zona, y llama al diálogo con la Junta para trabajar juntos «para que Numancia sea ejemplo de desarrollo sostenible y de progreso en el mundo entero». Al respecto, asegura que hay alternativas para dinamizar la zona pero sin tener que hacer un parque Empresarial junto a Numancia, como apostar por una restauración y una hostelería respetuosa con el entorno, por aulas arqueológicas o por el deporte ligado a la naturaleza.
«La sociedad civil tiene tanto peso o más que los políticos»
Preguntado por el «olvido» desde las administraciones públicas, que denuncian algunos colectivos de de la sociedad civil y representantes de organizaciones al margen de los partidos, Amalio de Marichalar se muestra partidario de una discriminación positiva hacia la capital y pueblos de esta territorio Castilla y León. Sólo así se afrontarían los problemas diarios del soriano de a pie. «Pero la queja estéril no conduce a nada. No quiero unirme a ningún lamento. Al contrario, lo que hay que hacer es esforzarse y trabajar para sacar adelante proyectos atractivos que levanten la economía y aseguren el bienestar». «Necesitamos más sociedad civil, más implicación ciudadana y no dejarlo todo en manos de la política», concluye.
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