Castilla y León
Pataleta del PSOE por el «no» a sus propuestas de política regional
Los socialistas dudan de la mano tendida de Herrera y acusan a los populares de tumbar sus iniciativas. El PP, por su parte, les pide que reflexionen y dejen de echar la culpa a los demás de sus problemas
Los socialistas dudan de la mano tendida de Herrera y acusan a los populares de tumbar sus iniciativas. El PP, por su parte, les pide que reflexionen y dejen de echar la culpa a los demás de sus problemas.
Una semana después de que se cerrara en las Cortes de Castilla y León el Debate del Estado de la Comunidad, los socialistas reaccionan con una pataleta y poniendo en duda la mano que les tendía el presidente de la Junta en dicho debate para llevar a buen puerto los grandes asuntos que debe acometer esta Comunidad en los próximos meses, como la última fase de la ordenación territorial o la reforma del Estatuto o la reindustrialización de la Región.
Los socialistas convocaban ayer una rueda de prensa, de la que se encargaba de dar su secretaria de Organización, Ana Sánchez, para quejarse de que el PP había intentado hurtar el Debate del Estado de la Comunidad «por criterios partidistas», al tratar de impedir en la Mesa de las Cortes que se vieran en el hemiciclo las propuestas de resolución del Grupo Socialista. Iniciativas para el desarrollo de la política autonómica en los próximos meses que, salvo una de las treinta que se votaron, en la que se urgía al presidente a elaborar el Plan de Inversión Social que se comprometía hace un año en su debate de investidura, fueron todas rechazadas, para disgusto y malestar socialista.
«El PP no es de fiar»
Por un lado nos ofrecen acuerdos y por otro intentan que no se debatan nuestras propuestas», denunciaba Sánchez, quien se mostraba convencida de que el presidente Herrera fue sincero cuando le dijo a Tudanca, «hasta en ocho ocasiones», que Castilla y León le necesitaba, y acusaba al PP de ser los instigadores de una maniobra que calificaba de «frívola» y «torticera». «El PP de Castilla y León no es de fiar», insistía la también procuradora socialista, quien dejaba entrever discrepancias entre la Junta y el Grupo Parlamentario Popular. Por este motivo, Sánchez pedía a la portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, que comparecerá hoy en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, que aclare «quién o quiénes son los que siegan la hierba bajo los pies del presidente».
Desde el PP, su portavoz en las Cortes, Carlos Fernández Carriedo, aseguraba que la voluntad de mano tendida de Juan Vicente Herrera es «absoluta» y aconsejaba a los socialistas que reflexionen del por qué del rechazo a sus propuestas y que dejen de echar la culpa a los demás de sus problemas. El portavoz popular apuntaba a la forma y al contenido de las mismas «que eran las mismas que figuraban en su programa electoral que rechazaron los ciudadanos con sus votos», como las causas de que sólo viera la luz una de las treinta iniciativas parlamentarias del PSOE que se votaron en el hemiciclo.
Igualmente, Fernández Carriedo aprovechaba para afear a los socialistas que fueran los únicos que votaran en contra de que se habilitara el mes de julio para trabajar en las Cortes, con la excusa de que querían que el de agosto fuese hábil también. «Los socialistas tienen que superar de una vez por todas el resultado electoral y reflexionar sobre el por qué se han aislado y se están quedando solos en algunas de las votaciones que se realizan en la Cámara», apuntaba Carriedo.
«No» rotundo a la investidura de Rajoy
El PSOE celebra este fin de semana en Madrid el Comité Federal del partido. Una cita en la que en un principio debería dilucidarse la estrategia a seguir por los del puño y la rosa ante una hipotética investidura de Mariano Rajoy. En Castilla y León, los socialistas lo tienen meridianamente claro: Un «no» rotundo, ni por activa, ni por pasiva, a un gobierno del PP. Aunque también acatarán lo que se decida en el órgano máximo del partido. Así lo aseguraba ayer Ana Sánchez, convencida de que el PSOE de esta Comunidad no presentará fisura alguna en este cónclave, a pesar de los rumores de división interna entre los distintos barones socialistas de cada provincia. Discrepancias que la secretaria de Organización negaba también con rotundidad.
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