Silván apuesta por que los afiliados del PP puedan votar «sin cortapisas»

Segovia y Soria eran las paradas que hacía ayer Antonio Silván en su carrera para buscar aliados y votos que le permitan presidir el PP de Castilla y León.

Segovia y Soria eran las paradas que hacía ayer Antonio Silván en su carrera para buscar aliados y votos que le permitan presidir el PP de Castilla y León. En ambas capitales, el precandidato leonés se reunía con afiliados para trasladarles su proyecto de partido y, en el caso de la capital segoviana, coincidía con su rival, Alfonso Fernández Mañueco, aunque no llegaba a cruzarse con él.

Las quejas de algunos miembros de las organizaciones juveniles provinciales del partido ante la disparidad de cantidades que abonan los jóvenes al año para ser afiliado, así como que el Comité Organizador haya regulado que los jóvenes exentos de pagar la cuota por sus direcciones tengan que abonar la mitad de lo que les correspondería este año para poder participar en el proceso, acaparaban el protagonismo en esta segunda jornada de campaña electoral de las Primarias del PP.

Al respecto, Silván defendía un proceso lo más amplio y participativo posible y apostaba por que los afiliados del partido, y especialmente los jóvenes, puedan votar «sin cortapisas», como la de estar al corriente del pago de la cuota de afiliado. El también alcalde de León reconocía que el partido está afrontando un proceso que es nuevo y, sobre todo, complejo, y aseguraba que respeta las reglas del juego impuestas por el Comité Organizador, que preside Raúl de la Hoz. Si bien, dirigente popular apuntaba que «si queremos que los jóvenes se impliquen en la política, el partido debería hacer un plus de esfuerzo, y facilitar que puedan depositar su voto en las urnas sin pagar cuotas».

Pese a todo, Silván, que fue recibido por la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; por el presidente del PP de Segovia, Francisco Vázquez -que ya manifestó su apoyo a Fernández Mañueco-; y por el portavoz del PP en las Cortes, Juan José Sanz Vitorio, aseguraba a los afiliados que su voto «no caerá en saco roto».

El precandidato les trasladaba su idea de partido, que pasa por un PP a pie de calle, cercano con la gente y que escuche a los ciudadanos para poder ejecutar, y apostaba por una formación que escuche también la opinión de los suyos y que sea capaz de generar ideas y proyectos que mejoren la calidad de vida de e los ciudadanos y no solo sirvan para sostener gobiernos.