Bruselas

Albiol acusa a Puigdemont de «hacer el rídiculo» con su charla en Bruselas

PP y C’s critican duramente el viaje al Europarlamento, y la CUP pone pegas a la proyección hecha del independentismo.

García Albiol, ayer en el Parlament,mostrando una fotografía del acto del Govern en una sala del Europarlamento con simpatizantes independentistas.
García Albiol, ayer en el Parlament,mostrando una fotografía del acto del Govern en una sala del Europarlamento con simpatizantes independentistas.larazon

PP y C’s critican duramente el viaje al Europarlamento, y la CUP pone pegas a la proyección hecha del independentismo.

Como era de prever, la sesión de control al Govern de ayer estuvo marcada por el viaje a Bruselas del martes de los primeros espadas de la Generalitat. Por ello, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se afanó por vender la rentabilidad del acto, en el que se han invertido 127.000 euros para publicitarlo en medios internacionales aunque luego ninguna de las principales cabeceras europeas hayan dedicado una sola línea –a lo que hay que añadir los costes del viaje–. Dibujó un escenario muy optimista recurriendo a las personalidades que asistieron y «lo que representan», pero fue contundentemente respondido por el líder del PP, Xavier García Albiol, que acusó al Govern de llenar la sala de «personas convencidas, desplazadas desde Cataluña e incluso subvencionadas».

El popular mostró una fotografía del acto con la que trató de retratarlo: «Esta es la imagen que queda de la conferencia que usted hizo: unos señores de Calafell sacando cartelitos; señores con máquinas de hacer foto, al mejor estilo turista, y niños de menos de once años asistiendo a la conferencia». Asimismo, acusó a Puigdemont de hacer el «rídiculo» y replicó sus alardes al presumir de presencia de eurodiputados y de gran interés de la Unión Europea (UE): «De los 751 diputados que tiene el Parlamento Europeo, ni tan siquiera asistió el 3 por ciento». Y continuó reprochando que no asistió ninguna autoridad europea ni «persona relevante» porque «está políticamente aislado, en un desierto institucional».

La líder de C’s, Inés Arrimadas, también ahondó en el vacío que las autoridades europeas hicieron a Puigdemont pese «al dinero y esfuerzos» que realiza el Govern en Europa. Como contraste, la dirigente naranja expuso que sí que reciben a otros presidentes de otras comunidades autónomas: «Quizás porque no van con los mismos planes que usted», en alusión a que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, 24 horas después sí fue recibido por el vicepresidente de la Comisión Europea para «defender el sector de los cuchillos de Albacete».

Pero es que en la sesión plenaria de ayer, Puigdemont no se libró ni de las críticas de la CUP en torno a la conferencia. Los anticapitalistas reprobaron «el pensamiento único y la homogeneización» que proyectaron del independentismo. «Creemos que sería oportuno también que se explicara que hay diversidad ideológica detrás de las opciones independentistas», achacó la diputada Anna Gabriel.

La crítica también fue dirigida al vicepresidente, Oriol Junqueras y al conseller de Exteriores, Raül Romeva. Gabriel se quejó de los términos en los que se describió la economía catalana y su apuesta por el turismo. Y cuestionó el «europeismo del procès» ya que, según la parlamentaria, la pertenencia de Cataluña en la UE es «un extremo que deben decidir los catalanes».

En la Eurocámara también estuvo ayer Empresaris de Catalunya para alertar del «malestar y los riesgos» que está causando el proceso independentista sobre la economía catalana. El presidente de la entidad, Josep Bou, incidió en la «inseguridad jurídica» que sufren los inversores y empresas, y reprochó al Govern por «utilizar la educación como pilar básico del nacionalismo, llegando incluso al paroxismo del odio hacia quienes no piensan como ellos».