Barcelona deja sin terrazas las aceras de la Sagrada Familia

Se instalarán plataformas para aumentar el espacio de los peatones.

Este mes de abril entra en vigor la nueva ordenanza de terrazas de la Sagrada Familia, que afecta a las aceras del perímetro del templo y los chaflanes de los cuatro cruces adyacentes, a excepción del de Cerdeña con Provenza. Con esta regulación, el Ayuntamiento quiere ordenar el flujo de peatones, garantizar los accesos los comercios de la zona y favorecer la visión del templo.

La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado definitivamente la ordenación singular de terrazas de los entornos de la Sagrada Familia, después de hacer la prueba piloto durante el 2016. La normativa reduce a 56 mesas y 224 sillas del empleo máxima de la zona, donde actualmente hay hasta 89 mesas y 336 sillas. Además, a partir de ahora estará prohibida la colocación de terrazas en las aceras que rodean el templo de la Sagrada Familia, así como los chaflanes de los cuatro cruces, a excepción del de Cerdeña con Provenza.

De este modo, el Ayuntamiento pretende resolver las disfunciones provocadas por el gran número de visitantes que recibe la Sagrada Familia así como proporcionar una nueva ordenación correcta del espacio ocupado hasta ahora por las terrazas. Según el consistorio, se trata de garantizar el flujo de peatones, los accesos de vecinos al comercio, el paso de vehículos de emergencia y servicios y las condiciones de accesibilidad, a la vez, que debe permitir disfrutar de la Sagrada Familia. Y es que alrededor del templo circulan 10 millones de visitantes anuales. Sin embargo, los restauradores se muestran críticos con la decisión. Dicen que esto perjudica notablemente los negocios que reducirán la facturación porque tienen menos mesas fuera, sobre todo ahora que llega el verano.

En mayo, aparte de la prohibición de estas terrazas en las zonas cercanas a la Sagrada Familia, la normativa también prevé colocar unas plataformas desmontables en la calle Cerdeña con la intención de ampliar puntualmente la acera, y ganar así espacio.