Barcelona
Barcelona multará a los vehículos más contaminantes a partir de abril con hasta 1.800 euros
La medida afectará a 50.000 coches que no podrán circular entre las 7.00 y las 20.00 horas de lunes a viernes
La contaminación mata cada año a 424 barceloneses. “Nos jugamos literalmente la vida”, admite Ada Colau
“Barcelona llega tarde, muy tarde, a la lucha contra el cambio climático”. Y esto no lo dice el ejército de jóvenes activistas que se ha sumado a la cruzada de Greta Thundberg. Lo admitía esta mañana la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, en la presentación de la propuesta de ordenanza que permitirá la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, que prohibirá la circulación de los vehículos más contaminantes, los que no tengan la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT), a partir del próximo 1 de enero.
Llega tarde porque la contaminación mata cada año a 424 barceloneses prematuramente, porque desde hace más de una década la ciudad sobrepasa los límites de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y porque 250 ciudades europeas cuentan ya con zonas de bajas emisiones y algunas estudian medidas más duras. Londres tiene peaje para entrar en la ciudad y Amsterdam prohibirá la circulación de todos los vehículos que funcionen con combustible en los próximos diez años, por ejemplo.
También llega tarde porque la lo hace después de que la Unión Europea (UE) lleve a Barcelona y Madrid a los tribunales por sobrepasar los límites de contaminación aconsejables para la salud. Aunque Colau asegura que su reacción no es una cuestión de amenazas, es una cuestión de supervivencia. “Es espeluznante que en 2018 la contaminación se cobrara la vida de 350 personas, tenemos que cambiar el modelo de movilidad porque nos jugamos literalmente la vida, la calidad de vida y la salud de las personas”, advirtió la alcaldesa, que se consuela al pensar que Barcelona es la primera ciudad del Estado en reaccionar.
Aunque las administraciones llevan meses preparando a la ciudadanía para que se familiarice con una medida que implica un cambio de paradigma y el 70% de los barceloneses muestra su preocupación por el aire que respira, la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, que coincidirá con la entrada en vigor del decreto de emergencia climática, genera controversia. Colau avisa de que no lo va a resolver todo, pero marcará un punto de inflexión en el modelo de movilidad de Barcelona. “Habrá un antes y un después”, avisa. Con esta medida y otras tantas que se están estudiando, como el refuerzo del transporte público, la ampliación de “supermanzanas” y de los carriles bici, la ciudad pretende reducir un 30% las emisión de gases contaminantes en los próximos quince años. La Generalitat también estudia exportar esta medida a otras grandes ciudades.
El conseller de Territori, Damià Calvet, matiza que “es una medida necesaria porque estamos en emergencia climática”. Más claro el agua. Y alerta de que la entrada en vigor de esta y otras medidas no será fácil porque conlleva “cambiar hábitos muy interiorizados”.
Siempre está bien recordar que los vehículos afectados son los turismos de motor de gasolina matriculados antes de enero de 2000, de motor diésel matriculados antes de 2006, las furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 y las motos matriculadas antes de 2003. Ninguno de ellos podrá circular de lunes a viernes en horario laboral, de 7.00 a 20.00 horas en una área de 95 kilómetros cuadrados que incluye Barcelona (a excepción de la Zona Franca Industrial y los barrios de Vallvidrera, el Tibidabo y Les Planes), L’Hospitalet, Cornellà, Esplugues y Sant Adrià.
Por ahora, afectará a 50.000 vehículos y en los próximos cuatro años a 125.000. El control se hará a través de un sistema de lectura de matrículas y una plataforma tecnológica. Su entrada en vigor no se hará de la noche al día. Los tres primeros meses no se multará y los vehículos profesiones cuentan con un año de gracia. Además, todos los vehículos tienen diez días al año autorizados para circular.
Las multas van de los 200 a los 1.803 euros. Las motos, ciclomotores y coches de tres o cuatro ruedas se enfrentan a sanciones de hasta 499 euros. Las multas graves y muy graves están reservadas para furgonetas, camiones, autobuses y turismos de más de ocho plazas.
El vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Área Metropolitana de Barcelona, Antoni Poveda, estima que con la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones el transporte público puede ganar 140.000 pasajeros. Para evitar la congestión, se reforzará la frecuencia en horas punta, se crearán nuevas líneas de autobuses express entre Barcelona y su área metropolitana, de autobuses que conecten con las líneas de Metros, más carriles bici y más aparcamientos disuasorios en el límite de la zona donde se prohiba a circulación.
Calvet matizó que las administraciones tienen la obligación de trabajar juntas. Por ejemplo, la frecuencia de paso en los ferrocarriles de Plaza Catalunya a Sant Cugat en hora punta se reducirá a los 2,5 minutos. Más verde está la adecuación de Cercanías a la nueva medida.
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