Cae la mayor red de producción del «top manta» de Cataluña

Tras un un importante repunte de la actividad del «top manta» este último verano en Barcelona y en otras localidades turísticas, ayer se anunció uno de los golpes más importantes en los últimos años contra este comercio ilegal.

Tras un un importante repunte de la actividad del «top manta» este último verano en Barcelona, y también en otras localidades turísticas catalanas, ayer se anunció uno de los golpes más importantes en los últimos años contra este comercio ilegal. Una operación de la Guardia Urbana, conjuntamente con la Agencia Tributaria, permitió desmantelar la considerada mayor red de producción de mercancía destinada a los manteros.

La banda estaba liderada por un ex transportista del puerto de la ciudad. La operación facilitó la intervención de 130.000 prendas falsificadas de gran calidad. Según explicaron el comisionado de la Guardia Urbana, Amadeu Recasens, y los responsables de la investigación, el dispositivo se saldó con quince detenidos, más otras 18 investigadas. Además, se incautaron doce planchas de imprenta y 32 máquinas industriales, con un valor de 200.000 euros.

La operación, destacó Recasens, permitió desarticular «toda la red, del principio al final». La cúpula, integrada por una decena de personas de nacionalidad española encargadas de la producción de productos falsificados, los distribuidores, de origen magrebí, y los propios manteros, en su mayoría subsaharianos.

La organización, a la que se han intervenido 130.000 productos falsificados de gran calidad de marcas como Lacoste, Nike o Tommy Hilfiger valorados en cinco millones en total, era dirigida por un extrabajador de una empresa de transportes del puerto de Barcelona que, empezando desde cero, acabó montando una estructura de falsificación de mercancías con epicentro en la localidad barcelonesa de Òrrius.

La investigación, según el intendente de la Guardia Urbana Joan Rodríguez, se inició hace nueves meses y en una primera fase se centró en la detención de personas vinculadas a los puntos desde donde se distribuían productos falsificados a los manteros, tras lo que los agentes fueron siguiendo la línea hacia arriba hasta llegar a la persona clave que lideraba la red». Desde su domicilio, el ex transportista dirigía la red de falsificación como si se tratara de una empresa.