Cio Cio San Superstar

No hay personaje que aguante una ópera como el de Cio Cio San, la geisha burlada por el cruel y egomaníaco Pinkerton de «Madama Butterfly» de Puccini. Su presencia es constante a lo largo de sus tres actos y actúa como astro rey por el que todos los demás orbitan.

No hay personaje que aguante una ópera como el de Cio Cio San, la geisha burlada por el cruel y egomaníaco Pinkerton de «Madama Butterfly» de Puccini. Su presencia es constante a lo largo de sus tres actos y actúa como astro rey por el que todos los demás orbitan. Con su suicidio final, la ópera pierde su soporte, todo se desmorona y la sensación de final en el público es absoluto. Por eso es uno de los títulos más emotivos del repertorio lírico. Puede haber personajes más épicos, más heroicos, incluso más relevantes o musicalmente más importantes, pero ninguno cuyo libreto esté a expensas de su humor y estado de ánimo. Por eso, es imposible una «Madama Butterfly» sin una voz capaz de proyectar toda la paleta de colores emocionales del personaje.

El Gran Teatro del Liceo vuelve a acoger la producción que lideraron Moshe Leise y Patrice Caurier, un montaje clásico y elegante que centra toda la atención en los cantantes, sin retóricos y superfluos condicionantes escénicos. Y eso significa centrar toda la atención en Cio Cio San.

La soprano armenia Lianna Haroutounian debuta en el Liceo con un Cio Cio San llena de matices y una gran carga emocional. «Es un personaje muy sensible, que requiere de muchos colores vocales. A un tiempo es frágil y fuerte, madura y profundamente ingenua y pura, y tienes que reflejar estos matices con la voz. Y la música es tan maravillosa que es difícil concentrarse y que no te arrastre fuera del rol», comenta Haroutounian.

La soprano libanesa compartirá el papel con Ainhoa Arteta, que ayer comunicaba que cancela las funciones del 13 y 16 de enero por culpa de una laringitis. La sustituirá la joven soprano italiana María Teresa Leva, que también debutará en el Liceo. «La obra gira por completo en torno a Cio Cio San. Todos los demás actúan como soporte de su actuación. Por es importante ayyudarla, y para ello es importante reflejar la italianidad de sus palabras, que las cantantes acentúen bien la pronunciación, para que la música alcance todos sus matices», asegura el maestro Giampaolo Bisanti, director musical de la producción.

El rol del miserable Benjamin Franklin Pinkerton es aquí para Jorge de León y Rame Lahaj, otro debut en el Liceo. Su rol de antagonista absoluto de Cio Cio San, el causante de su trágico desenlace, lo convierte en el malo malísimo de la obra, algo que a la hora de defenderlo en escena lo convierte en peligroso. «Por muy bien que lo hagas, por muy bien que cantes, el público te odia demasiado como para que se dé cuenta o lo aprecie. Ese es el reto, conseguir otorgarlo de un mínimo de humanidad que consiga empatizar con el público», asegura Lahaj. «Con los últimos lamentos de Cio Cio San, yo no puedo estar presente porque me entra la congoja, no lo puedo soportar», añade de León.

En busca de venganza

El mismo Bisanti asegura que el personaje es tan odioso que incluso Puccini lo enfatizó en la partitura. «El compositor acaba la obra con un sol sostenido que varía por completo el leit motiv que había seguido hasta entonces en toda la ópera y parece indicar que aquí puede acabar la historia, pero que la vida continúa y de algún modo algo o alguien acabará por dar su merecido a Pinkerton. Algún día alguien compondrá la segunda parte de la ópera con el título “Madama Butterfly: La venganza”», dice.

A pesar de su fracaso en su estreno oficial, algo que hirió profundamente a Puccini y le obligó a realizar algunos retoques, pronto se convirtió en uno de los títulos clave del repertorio operístico y uno de los más representados. En el verano de 2017, por ejemplo, el Festival de Peralada ya acogió una versión de la ópera ambientada en la II Guerra Mundial, durante la tragedia de la bomba nuclear de Nagasaki. «Pero es una obra que depende tanto de los cantantes, que si cambia el elenco siempre es diferente», asegura Christina Scheppelmann, directora del Liceo.

Dónde: Gran Teatro del Liceo. las Ramblas, 51-57. Barcelona.

Cuándo: del 12 al 29 de enero.

Cuánto: Consultar cartelera.