Colau preacuerda traer 100 refugiados

Envía una carta a Rajoy para que autorice la acogida acordada con el alcalde de Atenas y le advierte de que «si no, utilizará otras vías».

La Comunidad de Sant Egidi enseñó el camino para sortear la desidia de los estados europeos con los miles de refugiados que acechan sus puertas y que no obtienen ningún tipo de respuesta. Con las donaciones y el altruismo de sus voluntarios, esta organización creó un corredor humanitario que logró sacar a 100 personas que malvivían en el Líbano para llevarlos hasta Roma. Sin jugarse la vida en el mar y sin ser víctima de los traficantes.

Algo parecido quiere hacer ahora la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con la ayuda de Acnur. Su idea es reubicar en la capital catalana a 100 refugiados de guerra que actualmente se encuentran en campamentos griegos y que sea esta ong la que se encargue de la selección de los refugiados.

Pero el Estado tendría que hacerse cargo de los trámites, ya que el Ayuntamiento no tiene competencias en esta materia y trasladarlos sin el reconocimiento estatal los expondría a una situación de mayor vulnerabilidad. Por ello, ayer la alcaldesa, aprovechando el encuentro con su homólogo en Atenas, Giorgio Kaminis y en colaboración con él, pidió públicamente a Mariano Rajoy que autorice la acogida de este centenar de personas. «Hoy mismo enviaré una carta al presidente con la petición y espero una respuesta positiva», declaró Colau para después avisar de que si no recibe contestación, «utilizaré otras vías».

Tras garantizar que la ciudad está preparada para acoger a este contingente, Colau explicó que más adelante podría ampliarse el número de refugiados y pidió al Gobierno que acepte la ayuda que ofrece el Consistorio barcelonés porque «vamos muy retrasados» en las acogidas, le espetó. «España se comprometió a reubicar a 16.000 personas y de momento solo han llegado 18», insistió.

La primera edil ha decidido cambiar de táctica con el tema de los refugiados tras el varapalo que sufrió su plan de acogida, presentado en octubre del año pasado de forma unilateral. La Generalitat lo enmendó casi por completo y le recordó que el gobierno municipal no puede gestionar la recepción de refugiados por su cuenta. Ahora, Colau destaca la importancia de funcionar junto al resto de instituciones y organizaciones no gubernamentales en la gestión de las políticas de asilo.

La consellera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Dolors Bassa, también se pronunció sobre el cupo de refugiados que acogerá España y sobre los problemas burocráticos para hacer efectiva la recepción. Bassa pidió que Cataluña pueda acceder directamente a la financiación de la Unión Europea para gestionar la llegada de estas personas , ante lo que considera «deslealtad institucional del gobierno español». La consellera aseguró que la Generalitat tiene 1.800 plazas a punto y está «dispuesta a acoger a 5.000 refugiados en dos años, lo que representa un 0,6% de la población catalana».

En la mesa redonda de la Barcelona Resilience Week, en la que participaron los alcaldes de Atenas y el de Tiassalé (Costa de Marfil), Colau aprovechó para desmitificar los rumores que circundan la acogida de refugiados, después de los episodios de abusos sexuales ocurridos en varias ciudades alemanas.

Advirtió de que las personas que lleguen a Barcelona deberán cumplir como nuevos vecinos «unas reglas muy claras para todo el mundo, que son los Derechos Humanos», y apostó por abordar los rumores entorno a la llegada de refugiados para evitar que se generen «monstruos», como los falsos rumores sobre violencia sexual.