Nueva York
«El arte no debería ser para invertir sino para disfrutar»
Michael Findlay es uno de los hombres que más sabe de los movimientos comerciales del arte
Michael Findlay es uno de los hombres que más sabe de los movimientos comerciales del arte. Responsable de Acquavella Galleries de Nueva York, ha trabajado con obra de Warhol, Beuys, Freud o Picasso. Findlay, intermediario en la histórica venta del tríptico de Francis Bacon «Tres estudios de Lucien Freud» por más de 94 millones de dólares, estuvo ayer en CaixaForum para hablar del mercado del arte frente al coleccionismo invitado por la Fundación Arte y Mecenazgo.
– Su libro «El valor del arte», editado por la Fundació Gala-Salvador Dalí, lleva como subtítulo «Dinero, poder, belleza». ¿Por qué esos tres conceptos?
– Ese subtítulo fue motivo de una discusión con mi editor. Él me insistía en que el libro llevara algo más poderoso en el título y accedí. Mi texto está dividido en tres secciones para ilustrar los motivos para crear una colección: como inversión, por prestigio social o porque te gusta la belleza del arte.
– Y de esos tres, ¿cuá es el que prima ahora entre los coleccionistas? De los tres que cita, da la sensación que destaquen los dos primeros, especialmente cuando se ven las grandes cantidades que se pagan en subastas.
– Esa es una gran pregunta. Con respeto a los medios de comunicación, el público solamente recibe información sobre los precios muy altos que se han pagado en las subastas. Pero eso es una parte muy pequeño del mercado del arte a nivel mundial. La mayoría de compras no se hace en subastas y las que superan los 500.000 euros son el 2,5 por ciento de todo lo que se vende. El gran negocio está en las galerías, a veces en subasta, pero no se hace de manera pública. Ese es el verdadero mercado. No se escribe sobre eso porque no da titulares.
– Lo que sí da titulares son las ventas, como la del tríptico de Bacon «Tres estudios de Lucien Freud». ¿Nos puede explicar cómo fue aquella operación?
– Entiendo su pregunta y que me la haga. ¿Es la obra de Bacon más cara vendida? No lo sé. Es posible que alguien pagara más en privado. Cuando la casa de subastas habla de un récord mundial, esto no es un récord olímpico. Pero ese era un buen cuadro de Bacon, pero no lo es porque se vendiera por mucho dinero. Es una manera de describir la calidad.
– ¿Qué le recomendaría a quien se iniciara en el mundo del coleccionismo?
– Primero, debe tener un presupuesto para gastar, pero sin tomarlo de lo que vas a destinar a la educación universitaria de tus hijos. Tampoco hay que pensar que después venderás esa pintura y ganarás mucho dinero. Por tanto, si su presupuesto es, por ejemplo, de mil euros debería mirar en galerías trabajos originales, fotografías u obra gráfica que le digan algo a nivel personal. El arte se basa en mirar, no en leer. El arte no es invertir. Debería ser algo positivo que te permite disfrutar, compartir lo que es adquirido.
– ¿Qué le parece el interés que está teniendo Oriente Medio por el arte invirtiendo cantidades millonarias?
– Sí, están construyendo museos en Abu Dhabi o Qatar, pero lo hacen como un destino turístico. Mi percepción es que se colocan grandes obras de Warhol o Hirst que puedan crear grandes titulares. No son museos nacidos con la misma ambición que en París o Nueva York.
– Me gustaría que trazara un retrato de alguien que conoció muy bien. Me refiero a Andy Warhol.
– La imagen que se tiene hoy de él es de caricatura, pero él era muy hablador y curioso por cualquier cosa. Trabajó mucho y muy duro. No me sorprende que hoy sea tan importante sino que sea un gigante.
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