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El Consorcio de la Zona Franca quiere reactivar el edificio de Zaha Hadid

El presidente de la entidad, Pere Navarro, se mostró dispuesto a hablar con cualquier promotor interesado.

Jordi Hereu y la arquitecta Zaha Hadid pusieron la primera piedra del que debía ser uno de los edificios de oficinas más singulares de la capital catalana.
Jordi Hereu y la arquitecta Zaha Hadid pusieron la primera piedra del que debía ser uno de los edificios de oficinas más singulares de la capital catalana.larazon

El presidente de la entidad, Pere Navarro, se mostró dispuesto a hablar con cualquier promotor interesado.

Hace una década, España comenzaba a despertar del sueño de la burbuja inmobiliaria para toparse con la tozuda realidad. Por aquel entonces, toda administración que se preciase tenía que contratar a arquitectos de renombre y levantar extraños edificios. Barcelona no fue una excepción, si bien buena parte de esos proyectos se quedaron en el tintero. El delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), Pere Navarro, aseguró ayer que le gustaría reactivar la construcción de la Torre Espiral que proyectó para Barcelona la arquitecta iraní Zaha Hadid, que en 2004 fue la primera mujer en obtener un premio Pritzker.

«Tenemos una cosa pendiente en la sala de maquetas del consorcio. Hay un magnífico edificio, que solo es una maqueta, de la arquitecta Zaha Hadid que algún día tendríamos que hacer realidad porque es una maravilla de edificio. Por lo tanto, éste es uno de los objetivos que intentaremos sacar adelante desde el consorcio», señaló durante el desayuno informativo «Foro Europa. Tribuna Catalunya». En julio de 2009, la arquitecta y el entonces alcalde de la ciudad Jordi Hereu -que ayer ejerció como maestro de ceremonias- pusieron la primera piedra del que debía ser uno de los edificios de oficinas más singulares de la capital catalana.

La Torre Espiral, ubicada en el Fórum, se topó con la crisis económica y en 2011 el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que era quien pagaba el edificio, decidió congelar el proyecto, que nunca más se ha reanudado. Navarro, consciente de la dificultad de la empresa, explicó que estaría dispuesto a escuchar y colaborar con cualquier promotor que quisiera sacar adelante la Torre Espiral.

El valor arquitectónico de la Torre Espiral, incuestionable desde el primer momento, es si cabe hoy más grande, dado que Hadid murió de forma repentina en 2016 y se trataría de una obra póstuma.

En otro orden de cosas, el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona anunció que están explorando la posibilidad de incorporar usos complementarios a una playa de vías propiedad de Adif situada en la frontera entre el polígono y L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). «Primero de todo somos muy respetuosos con la propiedad de este espacio y sus necesidades ferroviarias, que para nosotros también es una prioridad», subrayó.

La idea, según explicó Navarro, es analizar con Adif si, más allá de los usos ferroviarios, alguna parte de esta superficie se podría transformar en «espacios logísticos o industriales», si bien Navarro precisó que se trata de una exploración y que no hay nada asegurado.