Reforma constitucional

El Gobierno celebra haber atajado «la marea de inmigración ilegal»

El ministro Fernández Díaz, acompañado de Sánchez-Camacho, ayer en L'Hospitalet. Al fondo, el líder municipal del PP, Alberto Fernández.
El ministro Fernández Díaz, acompañado de Sánchez-Camacho, ayer en L'Hospitalet. Al fondo, el líder municipal del PP, Alberto Fernández.larazon

Hubo un tiempo no tan lejano en que la inmigración –en especial la ilegal– llegó a ser la principal preocupación de los españoles. Este tiempo, que se remonta al año 2006, ha quedado atrás. El fenómeno ha dejado de ser uno de los principales quebraderos de cabeza de la sociedad por varios motivos. Por la violenta irrupción de la crisis económica –que ha restado atractivo a España para la llegada de extranjeros– y también por el cambio de políticas, según destacó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en un foro monográfico sobre inmigración organizado por el PP en L'Hospitalet.

El ministro destacó que «la lucha contra la inmigración ilegal es la mejor manera de defender la inmigración legal», la cual elogió porque «siempre será una oportunidad para todos y una apuesta segura para una convivencia en paz y segura».

Las cosas que se hacen bien

Fernández Díaz quiso poner en valor el papel de los cuerpos y seguridad del estado en la lucha «contra las mafias que trafican con personas y a la sombra de las cuales se desarrollan otros hechos ilícitos como el tráfico de drogas o seres». En este sentido destacó «en 2012, fueron detenidos 1.796 personas en 954 operaciones por delitos relacionados con la inmigración ilegal y en lo que llevamos de 2013, son 961 los detenidos en 481 operaciones». «El fenómeno migratorio llegó a ser la primera y segunda preocupación de los españoles y ahora ya no aparece en esas posiciones y eso es señal de que algo se está haciendo bien», constató el ministro.

La intervención de Fernández Díaz sirvió a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, la otra gran protagonista del acto en L'Hospitalet, para demostrar que su partido se ocupa de asuntos muy concretos y no de revindicaciones etéreas. «Hoy no estamos aquí para cumbres, ni para comisiones ni para conciertos. Estamos para hablar de los verdaderos problemas de los catalanes y para aportar soluciones», dijo Sánchez-Camacho.

La dirigente popular aprovechó su turno para arremeter contra el gobierno de Artur Mas en un día en el que los nacionalistas volcaron todas sus energías en el denominado «concierto por la libertad» en el Camp Nou. «Hoy mismo algunos preparan un concierto, el Gobierno de Cataluña se está convirtiendo en el Gobierno del folclore, sólo convoca cumbres y un concierto que ellos llaman de un modo que yo no aceptaré», dijo Sánchez-Camacho. «Éste es el concierto de la ruptura, de la exclusión y de la división de todos los catalanes, y el Partido Popular esto no lo permitirá», añadió entre los aplausos de los militantes.

La mayoría silenciosa

«CiU se está equivocando en muchas cosas, crean una campaña del rechazo, de enfrentamiento, de confrontación con el resto de España, y se está articulando por la vía política el derecho a decidir por la independencia», continuó. «A pesar que algunos hagan un ejercicio televisivo de fuerza, como el concierto de esta noche, hay mucha gente en Cataluña que forma parte de la mayoría silenciosa que reivindica su derecho a ser catalana y también española, y a no tener que romper lazos culturales y de historia con España», añadió. Dicho esto, proclamó, a modo de eslogan ante la militancia, que «ser catalán es el mejor modo de sentirnos españoles».