Política

Cataluña

“El PP debe hacer una reflexión, un partido se construye desde abajo”

El ex concejal popular Albert Villagrasa critica la gestión en seguridad de Ada Colau

Alberto Villagrasa, con su libro “Barcelona, ciudad sin ley”
Alberto Villagrasa, con su libro “Barcelona, ciudad sin ley”larazon

El ex concejal popular Albert Villagrasa critica la gestión en seguridad de Ada Colau

adie en el PP conocía Ciutat Vella como Alberto Villagrasa (Barcelona, 1971). Conocía, en pretérito imperfecto, porque el que fuera trece años concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y diputado en el Parlament de Cataluña una legislatura con el PP ha dejado el partido tras el baldeo que ha causado el relevo de Mariano Rajoy. Reivindica que un partido político se hace desde abajo, pisando territorio y contando con la gente. Villagrasa nació en Ciutat Vella, conoció el Raval de los 80, cuando aún le llamaban el barrio chino y la heroína mataba, y cuando pasea por allí, aún hay vecinos que le saludan con cariño. De esos barros le viene su interés por la seguridad. Estudió Derecho, se doctoró en Derecho Penal y Criminología y ahora publica «Barcelona, ciudad sin ley. La herencia de la alkaldesa –así, con “k” de “okupa¨– Ada Colau» (ed. Punto Rojo). El título lo dice todo.

-El mandato de Ada Colau acaba con la inseguridad como la primera preocupación de los vecinos de Barcelona. ¿Ha ayudado el discurso alarmista de la oposición?

-Ada Colau y su política de seguridad son los principales responsables de la inseguridad de Barcelona. Es un problema real. Lo ha admitido hasta el gobierno municipal. Y los datos lo avalan. Los actos delictivos subieron un 20% en el primer trimestre de 2018 (los hurtos un 12,3%, los robos con violencia, un 22,7% y hay una denuncia al día por violación). En Madrid, en cambio, apenas subieron un 1% y en Málaga, bajaron un 5%. Son datos del Ministerio del Interior. El mandato empezó gestionando mal la convivencia y el incivismo en el espacio público. Y cuando no cortas los problemas de raíz, se degeneran. Ha habido permisividad y no se ha dado la autoridad suficiente a la Guardia Urbana.

-Entre la Guardia Urbana, se critica que esta falta de confianza de la alcaldesa en el cuerpo, se ha traducido en una pérdida de autoridad. ¿Cómo se recupera?

-Dejando que la Guardia Urbana actúe como ha de actuar. Si los agentes no se sienten respaldados por su gobierno, se sentirán inseguros. También hay que diseñar un dispositivo policial adecuado para la ciudad. Y trabajar para que ciertos colectivos recuperen el respeto hacia la Guardia Urbana. Ha habido colectivos que le han perdido el respeto, como los manteros. Antes, un mantero veía a la Guardia Urbana y recogía la manta, ahora, si hace falta, se enfrenta a ellos. Creen que cuentan con el respaldo del gobierno municipal. Ahí está Ada Colau incitando a los manteros a crear un sindicato. No se puede crear un sindicato de una actividad que es ilegal.

- ¿Hay otra salida?

-Ayudas sociales y laborales cuando sean posibles, pero cuando hay una manta en el suelo, hay una infracción administrativa por ocupar la vía pública sin permiso y sobre la manta dos delitos: uno contra la propiedad intelectual y otro económico. Mossos y urbanos deben actuar. Deberíamos trabajar en los países de origen y no incentivar que haya actividades económicas que benefician a las mafias y perjudican al comercio.

-¿Qué más urge al nuevo pleno en seguridad?

-La campaña electoral me ha decepcionado. En el estado en que está la ciudad, el tema era la seguridad, pero ningún candidato ha entrado en profundidad. La carencia de este debate puede que haya repercutido en los resultados.

-Entonces, ¿qué es lo más urgente?

-Crear un modelo de seguridad, con una policía de barrio efectiva y que se dedique a hacer seguridad ciudadana.

-Y ¿cuántos agentes se necesitan para esto?

-Barcelona cumple las ratios de agente por ciudadanos sobre papel, 1,3 urbanos por cada mil habitantes, y 2,4 mossos. Pero no todos están en la calle.

-Ada Colau dice que desde 2009, la Generalitat no envía más mossos a la ciudad, ¿la seguridad ha sido víctima de intereses partidistas?

-El problema con los mossos es que si tienes un cuerpo de policía que cambia cada dos años, no tienes estabilidad para desarrollar un proyecto. Jordi Jané empezó a hacer cosas interesantes, pero el «procés» las truncó. Lo mismo le pasó a Joaquim Forn, que conocía muy bien la ciudad de su etapa como teniente de alcalde. El actual conseller de Interior, Miquel Buch, en cambio, se ha dedicado más al «procés», que a velar por la seguridad. Mientras las infracciones penales han subido un 4% en España, en Barcelona, lo han hecho un 17% y en Cataluña, un 11%.

-Con su experiencia con pactos municipales, ¿quién cree que será el próximo alcalde?

-Se me hace difícil ver un pacto bueno para Barcelona. Ernest Maragall no ha entendido que Barcelona es plural. Y con la experiencia de Ada Colau y un PSC que no llega a diez concejales, veo difícil un pacto bueno para mejorar la seguridad y ayudar a la economía. Una parte importante del electorado votó más por ideología, que es legítimo, que por gestión.

-¿Y Manuel Valls?

-Prefiero un pacto entre constitucionalistas a un pacto entre independentistas.

-¿Qué le ha pasado al PP que se ha quedado a 45 votos de quedarse sin representación en Barcelona y en Badalona, Xavier García Albiol, escondiendo las siglas, ha ganado?

-Albiol gana con las siglas del PP, pero tenía un proyecto claro de ciudad. Los vecinos han votado una gestión que se perdió hace cuatro años por un pacto de perdedores.

-¿Se puede repetir este pacto?

-Creo que una persona que gana por tercera vez las elecciones, suma un concejal, sube un 4% y gana 7.000 votos está legitimado para ser alcalde de Badalona, el resto sería un fraude electoral.

-¿Cómo recupera el PP el músculo que ha perdido en el territorio?

-En L’Hospitalet o Sant Sadurní, hemos salvado un concejal. Y en Pontons y Castelldefels se ha ganado, pero poco más. Hay que hacer una reflexión. Ver qué nos ha pasado y tener en cuenta que el partido se hace desde abajo. La musculatura del partido está en las juntas vocales y las juntas del distrito y que hay que estar con ellos y respetar sus decisiones. Hay que escucharlos, estar en el territorio y picar piedra. Un partido no se levanta desde arriba. Si no tienes base en las juntas locales y comarcales, no tienes partido

-¿Se ha decidido demasiado desde Génova?

- Hay que hacer más territorio.

- Vox está haciendo mucho trabajo en el territorio con los jóvenes

-Si la organización juvenil no se introduce en las facultades para crear una base de gente joven, será difícil sacar materia prima para el partido.