Política

Elecciones municipales

ERC se impone a Colau por un puñado de votos

El independentismo se queda muy lejos de la ansiada mayoría en la capital catalana.

Ada Colau ejerce su derecho a voto
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El independentismo se queda muy lejos de la ansiada mayoría en la capital catalana.

La noche electoral en Barcelona partía con dos incógnitas sobre la mesa: la reválida de Ada Colau y una posible mayoría independentista en la capital catalana. Con los primeros recuentos, sin emabargo, saltaba la liebre y el PSC de Jaume Collboni se colaba en los primeros puestos. A la postre, en cualquier caso, Colau perdía la alcaldía por un puñado de votos y las aspiraciones sobiranistas se quedaban en agua de borrajas. ERC, eso sí, se alzaba con la victoria por primera vez en Barcelona desde 1933. La candidatura patrocinada por Ciudadanos y capitaneada por el ex primer ministro francés, Manuel Valls, cumplía con las encuestas y obtenía seis concejales. Los últimos devaneos del «procés» pasaban factura a JxCat, que protagonizaba el varapalo de la noche pasando de diez a cuatro ediles y a la CUP, que desaparecía del consistorio. El PP, pese a muchas encuestas, salvaba los muebles y obtenía dos. Al final, como todo proceso electoral, los resultados de anteriores comicios cuentan menos que las expectativas de cada partido. En ese contexto, el PSC fue uno de los vencedores de la noche y conseguía duplicar concejales, de cuatro a ocho.

Barcelona en Comú decidió repetir sede electoral y se citó en Fabra i Coats, el mismo lugar donde la entonces activista Ada Colau logró por sorpresa la alcaldía de Barcelona hace cuatro años. Ayer, los nervios eran incluso mayores que en 2015 dada la pugna final entre la plataforma de la alcaldesa, Esquerra y el PSC, en un puño en los sondeos. Los primeros “sí se puede” se escucharon al borde de las 22.30 horas, cuando los “comunes” rebasaron a los socialistas con apenas el 17% escrutado y se encaramaron al primer puesto de la tabla con diez escaños.

Colau compareció poco después de la medianoche, con el rostro serio y visiblemente emocionado. Entre gritos de «alcaldesa», lo primero que hizo fue asegurar que había sido un «gran honor» haber sido la «primera mujer» al frente del Ayuntamiento y recordar el «hito histórico» que supuso su victoria hace cuatro años. Al borde del llanto en todo momento, la ex activista reconoció la victoria de Ernest Maragall aunque enfatizó el crecimiento de las izquierdas en la capital catalana. «Hemos quedado muy cerca y el PSC ha logrado un muy buen resultado», reconoció antes de emplazar a las fuezas de izquierdas a aunar esfuerzos.

De hecho, Colau incluso se refirió a los «28 regidores» que sumarían Barcelona en Comú, Esquerra y el PSC. Aunque evitó referirse explícitamente a un posible «tripartito» con Maragall al frente, sí que dijo que la gente pide conformar «un gobierno amplio y transversal de izquierdas».