Salud

«Es igual de importante exponerse a la luz del día que dejar de hacerlo por la noche»

Ariadna García, Investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio asegura que «el organismo ha de diferenciar entre día y noche. Si las células fotorreceptoras detectan luz solar no se crea melatonina y ello nos hace estar despiertos, pero por la noche no conviene. La melatonina nos da ganas de dormir»

Ariadna García, Investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio / SHOOTING
Ariadna García, Investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio / SHOOTINGlarazon

Ariadna García, Investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio asegura que «el organismo ha de diferenciar entre día y noche. Si las células fotorreceptoras detectan luz solar no se crea melatonina y ello nos hace estar despiertos, pero por la noche no conviene. La melatonina nos da ganas de dormir»

Un estudio realizado por un equipo internacional liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, ha puesto de manifiesto un vínculo entre los niveles elevados de exposición a la luz azul durante la noche y un mayor riesgo de padecer cáncer de mama y de próstata.

¿A qué llamamos luz de espectro azul?

Es aquella luz que tiene una longitud de honda que va aproximadamente de los 450 a los 500 nanómetros, aproximadamente. Es luz azul dentro del espectro de luz visible y correspondería a la luz de tonalidad más azul. Durante el día, esta luz es emitida por la luz solar y ésta se disemina muy rápido por la atmósfera, por eso, por ejemplo, vemos el cielo de color azul. Ésta sería pues una fuente natural de luz azul y como fuentes artificiales estarían las luces led blancas, cuyo espectro de emisión tiene un pico marcado en el color azul respecto a otros tipos de luz, como las incandescentes. Desde el 2015, ciudades como Madrid y Barcelona emprendieron una reforma de la iluminación de las calles, que consistió en sustituir las luminarias antiguas por las led blancas, que son muy eficientes, gastan menos energía pero tienen el pico en la luz azul.

El estudio pone de relieve esa relación entre la luz de espectro azul y el cáncer de mama y el de próstata, pero ¿de qué manera la exposición a esa luz aumenta el riesgo de sufrir cáncer?

A nivel médico está bajo estudio para acabar de entender esta relación. Lo que sí que se sabe ya es que la luz de espectro azul es la que tiene una mayor supresión de la hormona melatonina. La relación entre esta supresión de la melatonina y el cáncer es lo que está bajo estudio ahora mismo. Se han hecho varios estudios entre trabajadores de turnos de noche, en los que se ha visto una relación entre la supresión de melatonina, que implica una alteración en el ritmo de día-noche o ritmo circadiano, y el cáncer de mama y cáncer de próstata. En 2007, la Agencia Internacional del Cáncer concluyó que el trabajo a turnos que implicase una alteración del ritmo circadiano y, por lo tanto, una alteración en la producción de melatonina durante la noche, estaba clasificado como un agente probablemente cancerígeno. El cáncer de mama y próstata son dependientes de hormonas y la melatonina está implicada en la regulación de muchas cosas, como la secreción de hormonas, la reparación de células, controla muchos genes del reloj biológico... y ahí puede estar el link entre la supresión de melatonina y estos cánceres que son hormonodependientes.

¿Se ha cuantificado el riesgo?

En nuestro estudio hemos cuantificado el riesgo y los resultados muestran que para cáncer de próstata hay dos veces más riesgo en aquellas personas que están más expuestas a esta cantidad de luz azul durante la noche y que, al mismo tiempo, dicen que la luz dentro de su habitación durante la noche está más presente. Y para cáncer de mama, un 1,5 más riesgo. En cualquier caso, este es el primer estudio y son necesarios nuevos estudios para profundizar más y ver el impacto real de la luz de fuera de las calles y qué porcentaje exacto entra en las casas. Por ello, en estudios futuros queremos colocar sensores en el interior de las casas para ver exactamente cuánta luz de la calle entra en el dormitorio.

¿De qué datos se han valido los investigadores para poder llevar a cabo el estudio?

En cuanto a la luz de la calle, hemos utilizado fotos tomadas por astronautas de la Estación Espacial Internacional de la NASA, lo cual es la primera vez que se hace. A través de un colaborador nuestro, que es astrofísico, hemos desarrollado una metodología a partir de las fotos la cual, para cada pixel deesta imagen, podemos asignar un valor de intensidad de luz y de color. En cuanto a la información personal de cada individuo en el interior de su dormitorio hemos recurrido a un cuestionario epidemiológico que hemos pasado tanto a enfermos de cáncer como a gente sana. La pregunta del cuestionario se centraba en saber cómo de oscura considera que es su habitación durante las horas de sueño.

Tras obtener estas conclusiones, ¿hacia dónde debe ir ahora la investigación?

Nosotros ahora estamos muy interesados en ver realmente el efecto de esta luz de la calle dentro de las casas, es decir, medir el impacto que esta luz tiene a través de sensores instalados dentro de las casas.

¿El estudio alerta del riesgo de cáncer por hacer un uso excesivo de pantallas que emiten luz de espectro azul?

Este tema no lo hemos contemplado en nuestro estudio, pero sí que han salido estudios que han demostrado una relación directa entre la exposición a pantallas led, sobre todo tablet o libro electrónico, un par de horas antes de irte a dormir respecto a los niveles de melatonina producidos durante la noche. Lo que se ha visto es que las personas expuestas han producido menos melatonina y tienen peor calidad de sueño. De ahí viene nuestra recomendación de ampliar este tipo de estudios hacia este tipo de población, que por la noche, antes de dormir, está expuesta a grandes cantidades de esta luz y medir exactamente cuál es el impacto en la salud. Es igual de importante exponerte durante el día a luz azul, que dejar de exponerte durante la noche. Durante el día has de estar expuesto a luz azul, que es la luz del sol, pero al atardecer has de dejar de estar expuesto a este tipo de luz y la luz a la que hay que exponerse ha de tener una tonalidad más cálida. El organismo ha de diferenciar entre día y noche. Si las células fotorreceptoras detectan luz solar generan la señal para el sistema nervioso de no producir melatonina, lo que nos permite poder estar despiertos durante el día, pero durante la noche no nos conviene porque entonces no vamos a poder dormir bien ya que la melatonina lo que nos crea es ganas de ir a dormir. Esto se ha visto mucho en personas de trabajo a turnos, que han desarrollado enfermedades como el cáncer, obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares...y todo ello porque han tenido su ritmo de día/noche alterado.