Cataluña

Joaquín Gay de Montellá: «No nos preocupa el día 1 de octubre, nos preocupa el día 2»

El presidente de Fomento del Trabajo Nacional indica que «los empresarios reclamamos la recuperación del diálogo para evitar la confusión»

Joaquín Gay de Montellá
Joaquín Gay de Montellálarazon

«Nuestro estado del bienestar apoya que haya quien prefiera estar en el paro», sostiene el empresario.

–¿La situación económica y laboral es tan optimista como apunta el Gobierno?

-En términos generales hemos de ser optimistas en cuanto no hay ningún indicador de la economía española que no sea favorable. Hay un crecimiento intenso, hay una aceptación de lo que sería la negociación a nivel de los convenios, hay una moderación del crecimiento salarial, tenemos una inflación que está acorde a la media europea y la economía internacional nos funciona bien pese a que ha aflojado un poco debido a las importaciones, la energía sigue en niveles medio-bajos y no hay ninguna tensión en los mercados financieros ni se presupone ningún cambio de la tendencia. Es decir que, en principio, los factores económicos son en su mayoría de cola y no interrumpen ni van en contra del crecimiento que ya podemos dar como medio-alto. La confianza empresarial va bien, la generación de empleo empieza a ser alta, en afiliación se ha rebasado los 18,8 millones de personas en el sistema de la Seguridad Social, lo que quiere decir que no hay factores para pensar que la economía no va a ir bien. Si tuviéramos que verle una debilidad, la tendríamos que situar en el ámbito político

-Recientemente se ha firmado en Cataluña el Pacto Nacional por la Industria. ¿Cómo valora este acuerdo?

–Es un buen camino, es el camino de la concordia, del diálogo, de llegar a posiciones comunes. El acuerdo denota una capacidad de relación de las fuerzas parlamentarias, porque es una decisión de abril de 2016 de las fuerzas parlamentarias, que aprobaron el pacto por unanimidad, lo que da estabilidad parlamentaria; y por otro lado, sirve para el desarrollo del alcance de la consigna europea, que es la de alcanzar en el 2020 el 20% del PIB. Podemos decir que en el 2020 nuestro objetivo es el de alcanzar el 25%, en cuanto a que ese 20% ya lo acabamos de superar. Estamos mejor situados que otros territorios y regiones de España

–Entonces, ¿la industria ha de seguir siendo el motor de la economía catalana?

–Ese es nuestro objetivo. Y ¿por qué nos gusta la industria? La industria es local, no es desplazable su gente. En el factor de los servicios y los aspectos de las nuevas tecnologías podemos hacer una entidad o una gestión a 10 mil kilómetros y no pasa nada; la industria es local y requiere la intensidad de recursos humanos locales , con lo cual nosotros estamos contentos de tener industria porque estamos abriendo la oportunidad de tener puestos de trabajo y esa es parte de nuestros objetivos: generar riqueza y crear ocupación. Además, en las secuencias económicas, se ve que los países industrializados sufren menos que los países que únicamente tienen su base económica en el servicio y en aspectos de desarrollos tecnológicos. La industria es más estable en periodos de crisis.

–Sin embargo, ¿el sector industrial está siendo desbancado por el turístico? ¿Y cómo valora el peso que juega a día de hoy el turismo en nuestra economía?

–El sector turístico en España es una industria porque forma parte de unas instalaciones, de un movilizado, de un equipo humano muy intenso, es un alto consumidor de recursos humanos y por eso nos gusta el turismo y además, nosotros nos hemos convertido en uno de los tres grandes jugadores mundiales. El turismo aporta diversos aspectos desde el desarrollo inmobiliario, el constructivo, las instalaciones, la capacidad de oferta de esas instalaciones , el aprovechamiento de los recursos paisajísticos y el conjunto es un final feliz que hace que 83 millones de visitantes en el 2017 vengan a España, con una capacidad medio-alta. Cataluña es sin duda, dentro del turismo español, uno de los tres grandes motores.

–Pese a todo, Cataluña sigue registrando un paro del 15,3%. ¿Es una cifra preocupantes? ¿Qué se propone desde Fomento para reducir este porcentaje?

-Nuestro problema es que tenemos un paro estructural que no está por debajo del 8%. Es decir, que en tiempos de alta contratación seguimos teniendo entre un 6 y un 8% de paro, porque tenemos un estado de bienestar que apoya que haya jugadores de este mercado laboral que ante la diferencia de la percepción de ayudas sociales contra empleos de bajo costo puedan continuar prefiriendo estar en la situación de paro. Todo ello hace que tengamos una masa estructural de gente en paro alta y hemos de luchar contra eso, mejorar los salarios bajos y evitar esa especial aceptación de que por no trabajar no pasa nada. Pero va bajando, del orden de 2 o 3 puntos al año, que es una cifra importante.

–¿Cómo cree que afecta el debate catalán a la economía? ¿Qué cree que pasará el 1 de octubre?

-Los debates nunca son buenos, se ha generado una confusión en la ciudadanía y eso se traslada al mundo del trabajo y sobre todo, al mundo de la empresa. Y nos preocupa que esta confusión actual evite la implementación de nuevas áreas o entornos industriales y su ampliación. Es cierto que hay actividades y servicios que prefieren esperar lo que entienden que es un proceso que aún no está percepcionado en ningún camino. Nosotros creemos que esto se tiene que conducir a través del diálogo y más que preocuparnos por el día 1 de octubre, tenemos preocupación por el día 2. Esa es la fecha en la que los empresarios reclamamos la recuperación del diálogo para alcanzar pactos firmes, de estado, que eviten la confusión y lo que en su momento puede llegar a una confrontación social.

–¿La solución a esta situación pasa por un pacto fiscal y un nuevo Estatuto?

–Ha de producirse una propuesta que ha de contener aspectos de identidad catalana, dar respuesta a situaciones de gestión tributaria, así como a las inversiones necesarias en infraestructuras y tiene que mejorar aspectos de reformas pendientes de la administración local y mejorar la representatividad exterior de Cataluña en ámbitos compatibles con el Estado.

– Por último, ¿el corredor del Mediterráneo es una pieza clave para la potenciación de la industria y economía catalana?

–Sin duda. Hemos de trasladar las mercaderías de las redes viarias a las ferroviarias, hemos de acortar el transporte al menos dos o tres días y hemos de liberar de contaminación las redes viarias. Como el propio corredor del Mediterráneo, a su vez, comunica los aeropuertos y puertos, mejora toda la cadena del transporte y la logística.