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Barcelona

Una obra para la eternidad

La Sagrada Familia anuncia que en 2016 estará finalizada y que en 2017 se podrán ver las seis torres centrales, empezando por la de Jesucristo

La Sagrada Familia de Barcelona larazon

Cada mes de octubre, la Sagrada Familia realiza una especie de regreso al futuro y presenta esa carrera lenta pero segura hasta su finalización. Faltan poco más de 10 años para el año 2026, fecha prevista para que se den por finalizadas unas obras que abarcan más de 100 años y que celebrarán el centenario de la muerte de su afamado arquitecto, Antoni Gaudí. Los trabajos para completar la basílica, que cuentan con un presupuesto anual de 25 años, inician su etapa final, con el inicio de la construcción de sus seis torres centrales, la de los cuatro evangelistas, la de la Madre de Dios, y la principal, la de Jesucristo, que se levantará en 2026 a 172,5 metros de altura. Gaudí dejó escrito que no quería que la altura de la iglesia superase en ningún caso los 180 metros de la montaña de Montjuïc, y se respetará. La cuenta atrás comienza así a oírse en eco en todos los recodos de la gran catedral del siglo XXI y en el pulso de los más de tres millones de visitantes que reciben cada año.

El arquitecto director de las obras, Jordi Faulí, presentó ayer los avances realizados este año en la basílica, así como lo que se prevé realizar en el próximo 2016. «Hemos de seguir las intenciones de Gaudí con la máxima fidelidad al proyecto original y a su simbolismo», comentó Faulí, quien avanzó que si las obras siguen como hasta ahora, el edificio estará completamente acabado en 2026 a la espera de algunos detalles artísticos que pongan punto y final a la construcción. En la actualidad, las obras han completado un 70 por ciento de la edificación.

Dentro de las novedades que se han realizado este año destaca la finalización de todas las vidrieras de la nave central. Además, a final de año ya se habrá terminado las columnas y las esculturas de los portales del Nacimiento y de la Fe. Por último, Faulí aseguró que se ha completado prácticamente la sacristía. De esta forma, con motivo del quinto aniversario de la Dedicación de la Sagrada Familia de 2010, el próximo 8 de noviembre se utilizará por primera vez el interior de la Sacristía de Poniente, a falta de completar algunos acabados. Además, ayer se presentó la Sala Creuer de la Sagrada Familia, un nuevo espacio que se sitúa en la base de lo que será la torre de Jesucristo, por lo tanto 60 metros por encima de la nave principal del edificio, y que se utilizará con fines explicativos en las visitas turísticas. La sala, un espectacular óvalo con pequeñas gradas, no fue proyectada originalmente por Gaudí, sino que «el arquitecto pensó en ella como una caja receptora de luz para el resto de la construcción y como el soporte para la estructura de la torre de Jesucristo». La sala, situada justo en el crucero de la iglesia, tiene 30 metros de longitud y está dispuesta en forma de cono invertido con gradas para sentarse, todo ello encarado para que en el futuro sea un espacio de relax con audiovisuales explicativos para los turistas que visiten el templo, antes de que continúen su paso hacia las torres.

Para este 2016 ya se han comenzado a trabajar las piedras que darán paso a las seis torres centrales y que en 2017 empezarán a ser visibles, aunque no será hasta 2018 cuando lleguen a verse con claridad. Se prevé que en 2020 ya estarán prácticamente acabadas a falta de la construcción de los pináculos que cerrarán las torres. «La idea es conseguir esa sensación de elevación hacia el cielo que tanto deseaba Gaudí», explicó Faulí. La construcción de estas estructuras se realizará con una técnica «que nunca antes se ha utilizado a una escala tan grande», consistente en ir montando «poco a poco» paneles de piedra con hierros pretensados en su interior, para conseguir «un conjunto resistente y de una sola pieza, que aguante bien el viento».