La guerra fría entre Mas y Rajoy estalla en Castelldefels por culpa de CDC

BARCELONA- La guerra fría entre el Gobierno y la Generalitat ha estallado en Castelldefels, donde PP y CiU gobiernan juntos desde septiembre de 2011. Los pactos en los ayuntamientos habían esquivado la tremenda crisis que afecta a la relación entre populares y nacionalistas, tras la puesta en marcha del proceso soberanista. En su día, las agrupaciones municipales de CDC se rebelaron contra la dirección cuando forzaron al presidente de la Diputación de Barcelona a romper con el PP.

La ruptura se hizo oficial en febrero de 2013, poco después de que ERC firmara el pacto de legislatura con Artur Mas donde exigía que CiU rompiera todos los pactos que tenía con el PP.

Pero ahora son las bases de CDC las que exigen la ruptura. La asamblea local de Convergència aprobó, a propuesta del comité ejecutivo, que los nacionalistas retiren su apoyo al PP en Castelldefels, donde gobierna Manuel Reyes. El alcalde no teme que CiU le deniegue su apoyo. Sabe que el PP puede gobernar solo porque ya lo hizo los tres primeros meses de legislatura.

El PP cuenta con ocho concejales en este municipio del Baix LLobregat y gobierna con los independientes AVVIC y con CiU, que cuenta con tres ediles tres, pocos, pero mal avenidos. Las bases de CDC en Castelldefels alegan que «una formación que defiende el derecho a decidir no puede gobernar con otra que torpedea esta opción». Pero ni si quiera los dos concejales de CDC están de acuerdo con la militancia. El primer teniente de alcalde, Javier Amate, avala la decisión. No así su compañero de CDC ni su socio de Unió, que se enteró por los medios de comunicación de la decisión. El concejal de Unió está satisfecho con la alianza local, tal y como explicó el secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí.

La idea de CDC de salir del gobierno en Castelldefels ha abierto otro cisma en la federación. Pelegrí reprochó a CDC que tome decisiones de forma unilateral. Otro que también se enteró por la radio de la noticia fue el alcalde. Reyes pidió a los convergentes que reflexionen y no rompan el pacto, porque «lo que ha salido a nivel de política nacional e independencia no tiene nada que ver con el mundo local». La prueba es que ayer se celebró un pleno con normalidad.

Pero fuentes de CDC, que tenía la consigna de guardar silencio, dicen que al margen del debate soberanista, tampoco les gusta la forma de gobernar del PP, que discrepan en proyectos como la remodelación del Paseo Marítimo. Además, señalan que la decisión de pactar con el PP la tomaron dos concejales que abandonaron el gobierno y en julio fueron expulsados de CDC.