Elecciones 24-M
La izquierda ultima el «cordón sanitario» contra CiU y PP
Sánchez-Camacho insta al PSC a repensar su «claudicación» ante Podemos y los soberanistas de la CUP antes del sábado
Aunque en los mapas de Cataluña y España sigue imperando el azul, esta semana, cuando se acaben de cerrar las negociaciones postelectorales, el rojo puede teñir algunos municipios, como sucederá en Badalona y Castelldefels. En estas dos ciudades del área metropolitana de Barcelona, pese a ganar el PP, las izquierdas se han aliado para echar a la derecha de ambos ayuntamientos. ICV hizo un llamamiento a los suyos para fomentar el «cordón sanitario» que han aplicado en Badalona a otros municipios, pese a que en Barcelona, donde los ecosocialistas han ganado junto a la coalición que lidera Ada Colau, defiende que debe respetarse la lista más votada. Su propuesta también es extensible a CiU, por ejemplo, en Mataró. Las izquierdas tienen tiempo de negociar y llegar a acuerdos hasta el sábado, día en que se formarán los ayuntamientos.
La presidenta del PP, Alicia Sánchez-Camacho, desdeñó estas artimañas para desbancar a la derecha del poder. Sobre todo, criticó las maniobras de Badalona en Comú, ICV, ERC y el PSC en la ciudad donde Xavier García Albiol ganó con una holgada mayoría. El PP obtuvo 10 concejales, el doble que la futura alcaldesa, Dolors Sabater, que gobernará de la mano de Guanyem Badalona en Comú (Podemos y la CUP). Pese a haber obtenido más votos, García Albiol perdió un concejal y se quedó con 10, a cuatro de la mayoría absoluta. También en Castelldefels, Manu Reyes mejoró en número de votos. Pero pese a mantener el mismo número de concejales no fue suficiente.
Sánchez-Camacho cargó con dureza contra los socialistas por «rendirse» y «venderse» a los planteamientos de Podemos y de formaciones separatistas como la CUP. La presidenta del PP catalán, que ayer reunió al Comité Electoral de su partido, avisó al PSC de que el pacto en Badalona con los «Bildu separatistas» de Cataluña, les pasará factura. Les emplazó a recapacitar esta semana para que no caigan en las redes de Pablo Iglesias, porque puede ser el principio de su fin. «A Pedro Sánchez le están perdiendo las ganas de querer llegar demasiado pronto a sitios donde quizás no va a llegar nunca porque no tiene sentido de Estado», y para muestra expuso el ejemplo de Badalona donde el PSC pactará con la CUP, una formación que «no respeta la Constitución ni la unidad de España». Los pactos aún no están firmados y la apuesta por la hoja de ruta soberanista puede dificultar los acuerdos tanto en Badalona como en Barcelona. En Badalona, la mayoría absoluta de Sabater depende de la entrada de los cuatro ediles del PSC en el gobierno municipal.
Del mismo modo que alertó al PSC de que los pactos con la izquierda les pueden perjudicar el 27-S, Sánchez-Camacho también avisó a las fuerzas emergentes que un acuerdo para gobernar con fuerzas tradicionales como ICV o el PSC también puede pasarles factura porque no podrán vender un discurso de regeneración.
Como el discurso del PP es el de la recuperación económica, que admite que no ha sabido transmitir, Sánchez-Camacho emplazó a Ciutadans a aparcar las excusas, ser claros y no esconder más si su intención en pactar en municipios (18) y comunidades (3) donde el PP obtuvo mayoría.
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