Cataluña
Los «comunes» piden ahora una reforma fiscal al Govern para apoyar los presupuestos
Los desvinculan de los estatales y reclaman modificar Sucesiones, Patrimonio y el IRPF
Los «comunes» de Ada Colau abren la puerta a apoyar los presupuestos catalanes si el Govern de Quim Torra impulsa una «reforma fiscal y financiera» progresiva que «permita eliminar los privilegios en los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio, o la reforma del IRPF».
Los «comunes» de Ada Colau abren la puerta a apoyar los presupuestos catalanes si el Govern de Quim Torra impulsa una «reforma fiscal y financiera» progresiva que «permita eliminar los privilegios en los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio, o la reforma del IRPF». Un cambio importante teniendo en cuenta que la coalición de izquierdas había supeditado su aprobación a un pacto global que incluyera también las cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez y las del Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau.
Pese a mantener que la «vía más rápida» para sumarse a los presupuestos de la Generalitat es que el Pdecat y Esquerra secunden también los del Gobierno de Sánchez –unas cuentas que darían a Cataluña hasta 2.200 millones extra– el diputado de Catalunya en Comú Podem, Joan Mena, expuso ayer un segundo camino alternativo al Govern de Torra: subir tributos como Sucesiones o Patrimonio, además de los tramos más altos del IRPF, con el fin de obtener recursos adicionales y destinarlos a políticas sociales. Un «plan B» que coincide con la posibilidad de que el PSOE no llegue ni a presentar los presupuestos en el Congreso si no hay acuerdo con las fuerzas soberanistas.
A juicio de los «comunes», esta modificación debería permitir «eliminar los privilegios fiscales en los impuestos» para hacer «que los pocos que más ganan contribuyan un poco más y la mayoría más humilde tenga menos carga fiscal y aplicar una fiscalidad verde que redistribuya esfuerzos y proteja nuestro medio ambiente».
De hecho, en el partido de Ada Colau hablan de aumentar las partidas sociales para «revertir los recortes de los gobiernos de Convergència y Junts per Catalunya» y excluyen siempre a Esquerra de la ecuación a pesar de que los republicanos han formado parte de los últimos Ejecutivos con los «neoconvergentes».
Cabe recordar también que ERC controla los departamentos con más inversión –educación, sanidad, bienestar social– y que es el vicepresidente Pere Aragonès quien los está confeccionando y los negociará con los distintos grupos parlamentarios. En este escenario, los ocho diputados de los «comunes» cobran especial importancia para atar las cuentas catalanas tras el «no» reiterado de la CUP al Govern.
Catalunya en Comú Podem no es la primera fuerza que reclama al Ejecutivo de Torra una modificación fiscal, aunque sí que es la única que la supedita a las cuentas. El PSC, por su parte, pedirá en el pleno de mañana impulsar una propuesta de reforma del impuesto de Sucesiones y Donaciones para convertirlo en un tributo «más justo y progresivo». Los socialistas plantean que el Govern reduzca significativa y selectivamente los beneficios en Sucesiones y Donaciones que permite la normativa catalana, «gravando más las herencias altas para aumentar la recaudación en unos 300 millones de euros». Los socialistas plantean modificar precisamente dos impuestos que en el pasado han enfrentado al Pdecat y ERC, dos partidos que desde que gobiernan juntos han estudiado modificarlos en alguna ocasión, pero que finalmente han acabado no tocando por las diferencias existentes.
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