Los «comunes» se dividen y validan su giro hacia una Constitución propia con el 56% de los votos

El Consejo Nacional aprueba por la mínima una hoja de ruta para afrontar un año repleto de citas electorales.

Los «comunes» afrontan un año «super electoral» con una nueva hoja de ruta validada por el 56% del Consejo Nacional del partido. Una victoria justa para un viraje de calado, que propone superar el marco estatutario y apostar por una Constitución propia para Cataluña dentro de una España plurinacional en forma de República. La propuesta, enmarcada dentro de un documento estratégico más extenso y transversal, ha sido rechazada por un 19,5% de la organización, mientras que la abstención se elevó hasta el 24% en una cumbre celebrada ayer en Barcelona, coincidiendo con la crisis de Podemos a nivel estatal.

De hecho, la dirección de los comunes admitió los «matices y discrepancias» sobre la propuesta estrella, pero se esmeró en poner el acento en el «consenso» logrado para la aprobación de un documento basado en cinco ejes: justicia social; libertad y democracia; república y plurinacionalidad; justicia ambiental y territorio; y justicia de género.

El viraje de los «comunes» hacia una nueva hoja de ruta con guiños más soberanistas pivota sobre varias medidas: la citada Constitución propia que supere el Estatut; el reconocimiento de Cataluña como «nación» para negociar de igual a igual con el Estado; un referéndum de independencia pactado; un nuevo sistema de financiación que pase por una hacienda propia; y la reforma de la Constitución española en clave plurinacional», con la vista puesta en un a futura e hipotética República, según sus nuevas líneas maestras.

«La elaboración de una Constitución catalana debe ser un proceso participitavo y no de unas élites», resumió ayer Ramon Arnabat, uno de los coordinadores generales del partido.

Además de elaborar esta Carta Magna como solución al conflicto territorial, los «comunes» también proponen elaborar en el Parlament una ley de Claridad, que después sería pactada con el Estado, y que abriría la puerta a un referéndum vinculante sobre el futuro de Cataluña. «Nos diferenciamos tanto de la vía unilateral independentista como del inmovilismo centralista y monárquico», reivindican desde el partido de Ada Colau.

El documento, validado por la mínima por la dirección del partido, apuesta por los «valores republicanos y la crítica la monarquía española» y defiende el acuerdo de Presupuestos Generales, posicionando a los «comunes» como»primera fuerza catalana en el Congreso, con capacidad para conseguir mejoras para Cataluña», pese a que en la Cámara catalana sólo suman ocho escaños.

En su nueva hoja de ruta, Catalunya en Comú también se posiciona a favor de los líderes independentistas encarcelados a las puertas del juicio del «procés»:«No entendemos que haya presos políticos. Ahora que empezamos los juicios del 1-O, repetimos que la única sentencia que entenderíamos sería la absolución e iniciar una vía de diálogo que solucione la situación».