Política

Abusos a menores

Los obispos piden perdón y aseguran que investigarán los abusos

Defienden la labor de educadores y religiosos y aluden a la presunción de inocencia

El submarino: Extrañas casualidades
El submarino: Extrañas casualidadeslarazon

Los obispos de Cataluña pidieron ayer «perdón» por los abusos a menores cometidos por religiosos, de los que sienten «vergüenza y dolor», y se comprometieron a esclarecer todos los hechos del pasado, a eliminar cualquier tipo de tolerancia o encubrimiento y a ayudar a las víctimas en su restablecimiento.

Los obispos de Cataluña pidieron ayer «perdón» por los abusos a menores cometidos por religiosos, de los que sienten «vergüenza y dolor», y se comprometieron a esclarecer todos los hechos del pasado, a eliminar cualquier tipo de tolerancia o encubrimiento y a ayudar a las víctimas en su restablecimiento.

Los obispos condenaron «rotundamente» los abusos a menores «y la cultura que los fomenta o justifica», porque consideran que «son un grave problema que afecta a toda la sociedad. Y la Iglesia, como parte de la sociedad, también se ve afectada», según una nota conjunta emitida tras la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense que mantuvieron durante dos días en Tiana.

«Pedimos perdón a las víctimas y nos solidarizamos con su dolor y también a todas las personas a las que el conocimiento de estos hechos ha escandalizado y ha hecho tambalea» su confianza en la Iglesia», señalan los obispos, días después de aparecer nuevos casos de abusos presuntamente cometidos por los sacerdotes de Constantí (Tarragona), Arbeca (Lleida) y Vilobí d’Onyar (Girona) y un monje de Montserrat.

«Sufrimos y rogamos por las víctimas, que han quedado marcadas en su vida. En solidaridad con todos los que hayan sufrido algún tipo de abuso y con sus familias nos comprometemos a colaborar en el esclarecimiento de los hechos del pasado y encontrar la manera de ayudar a las víctimas en su restablecimiento», añaden los prelados.

Dureza

Todos los obispos de las diócesis catalanas se comprometieron a actuar «con determinación para proteger a los niños y los adultos vulnerables, eliminando todo tipo de tolerancia o encubrimiento y para erradicar de nuestras comunidades y de toda nuestra sociedad la cultura del abuso sexual, económico, de poder y de conciencia».

Asimismo, se conjuraron para «adoptar rigurosas medidas de prevención, que impidan su repetición, a partir de la formación de aquellos a quienes les serán confiadas misiones de responsabilidad y educativas».

Los obispos también consideran «justo» valorar «la dedicación generosa y madura de tantos sacerdotes y religiosos, de educadores en las escuelas y el tiempo libre, hacia los niños y jóvenes, y sus familias», por lo que piden que no haya «sombra de sospechas generalizadas», al tiempo que recuerdan el derecho de toda persona a la presunción de inocencia.

Los responsables de las diez diócesis catalanas reiteran su «firme compromiso con el cumplimiento de la legislación vigente, canónica y civil». Recordaron que hay que poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos que pudieran constituir delito contra la libertad.