Estreno teatral

¿Para qué sirven los amantes?

El Teatre Akadèmia acoge «L’amant», del Premio Nobel Harold Pinter, con dirección del italiano Guido Torlonia

Pep Planas y Alicia González Laá protagonizan la obra
Pep Planas y Alicia González Laá protagonizan la obralarazon

Quién no ha oído el famoso dicho: «Quien tiene un amante, tiene un tesoro». ¿Alguien? «No, juro que es un amigo, sólo un amigo», diría ella, pero todo el mundo sabe que las personas mienten, los dichos no. Porque más rápido se coje al mentiroso que al cojo. Esto no quiere decir que si quieres un amante, que sea cojo, porque no te cogerán, sino que la verdad es tozuda y rotunda y al final siempre aparece. Ya lo asegura otro dicho: «Quien bien te quiere, te hará llorar». Como ese otro famoso refrán que dice: «El buey es el esposo de la vaca y el toro su amante». Es decir, por lógica irrefutable, quien tiene un toro, tiene un tesoro. «No, juro que es un amigo, sólo un amigo», diría ella, pero siempre hay que desconfiar de las personas que dicen que los toros son sus amigos, sobre todo si son toreros.

La figura del amante ha copado la literatura desde que el tiempo es tiempo, pero pocas veces se le ha sacado más partido que en «L’amant», una de las obras maestras del siempre intrigante Harold Pinter. El Premio Nobel era un genio para sacar todas las máscaras de la sociedad burguesa y presentar los demonios que esconde dentro. En sus manos, la figura del amante cogió nuevos vuelos en este texto lleno de ironía y la mala baba característica de los textos pinterianos.

El director italiano Guido Torlonia, que ya dirigió a Carme Elias en «Al galop», vuelve al Teatre Akadèmia para dirigir una nueva adaptación de «L’amant», esta vez adoptando un tono más ligero y dando vuelo a toda la absurdidad que reside en la vida de la pareja según el visión de Pinter. En este caso, Alicia González Laá y Pep Planas son la pareja que ha aceptado que para mantener la llama viva de su amor, aceptan encuentros esporádicos con amantes. Sin embargo, toda relación se basa en juegos de fuerza, equilibrios que son fáciles de romper, y cuando uno quiere cambiar las reglas del juego, toda esa fachada de pareja moderna empezará a tambalearse. Javier López, que también hace de ayudante de dirección, completa el reparto con un pequeño pero corto papel que servirá de catalizador de toda la acción.

La obra, que se podrá ver del 27 de abril al 29 de mayo, es una proeza que no deja indiferente a nadie y provoca una reacción virulenta en todo el que lo ve, tanto si se pone en la piel de ella o de él o incluso del amante que da título a la obra. «Es interesante porque cualquiera que venga a ver la obra o habrá sido amante o habrá sido traicionado por una pareja con un amante o ha tenido la posibilidad o pensado en tener un amante, incluso lo ha sido él mismo, así que la obra habla directamente al corazón del espectador», comenta Planas.

La puesta en escena nos introduce en la casa de la pareja, en un espacio semicircular encerrado que parece una jaula, como símbolo de la posible cerrazón del mundo de la pareja. La luz, que deja a veces el escenario en semipenumbra para cerrar la acción, también ayuda a enfatizar dicha cerrazón. «Lo más difícil de la obra es encontrar el tono adecuado, porque todas las frases, todas las réplicas, tienen múltiples sentidos y se puede interpretar como una comedia o un drama», afirma González Laá. La obra, producción propia de la Akademia, es una posibilidad única de exorcizar nuestros demonios.

Dónde: Teatre Akadèmia. C/ Buenos Aires, 47.

Cuándo: Del 27 de abril al 29 de mayo.

Cuánto: 18 a 22 euros.