Profesores, bomberos y funcionarios toman el relevo de los médicos

Le sobraban los motivos para hacer huelga y estar ayer a mediodía en la plaza Universidad de Barcelona con el millar de profesores, funcionarios, médicos y estudiantes que clamaban «por unos presupuestos sociales que reviertan los recortes».

Le sobraban los motivos para hacer huelga y estar ayer a mediodía en la plaza Universidad de Barcelona con el millar de profesores, funcionarios, médicos y estudiantes que clamaban «por unos presupuestos sociales que reviertan los recortes». Pero Claudia no cambió su rutina. Madrugó y cogió el tren de las siete de la mañana en la estación de Sants para llegar a Vic antes de las 8.30 horas, donde trabaja, en un instituto de alta complejidad de las afueras, que cuenta con un 80% de inmigración. «Si hago huelga, me quitan 100 euros y no me lo puedo permitir», dice. «Aunque me sobran los motivos para protestar», añade. Para empezar, porque los recortes «extraordinarios» que Artur Mas hizo durante la crisis económica, en vez de revertirse, se han convertido en ordinarios. «Y la falta de inversión pública ha generado un grave deterioro de las condiciones laborales y de la calidad de la enseñanza», dice.

El gobierno de Quim Torra, a quien le ha estallado el malestar social gestado durante seis años de «procés» tras unos recortes salvajes en sanidad, educación y el sector público, logró apagar un fuego con los médicos de la atención primaria, pero tiene muchos otros focos activos: con los médicos de la sanidad concertada, los profesores, los bomberos y los funcionarios públicos, que aún esperan la paga de 2013 y 2014.

El acuerdo con el sindicato Metges de Catalunya llegó poco antes de las siete de la tarde, tras reuniones maratonianas con el Institut Català de la Salut (ICS), que se ha apresurado a responder a sus demandas tras cuatro días de huelga que han dejado el 75% de las consultas de los Centros de Atención Primaria (CAP) vacías. Salut ofrece 100 millones para aliviar la sobrecarga de pacientes y un calendario para recuperar el salario perdido durante años de recortes. La principal petición de los médicos era limitar el número de pacientes a 28 al día par poder dedicarles un mínimo de 12 minutos, el doble que ahora. La fórmula para reducir la sobrecarga es contratar un mínimo de 250 médicos nuevos. El tiempo mínimo será de 12 minutos por visita presencial, 6 para las no presenciales y 45 minutos para las visitas a domicilio. A los profesionales se les ofrece autogestión para organizarse. Quien quiera podrá hacer horas extra voluntariamente por la tarde remuneradas y exceder las 28 visitas al día, que no se limitan por decreto. «El acuerdo permite preservar el modelo, dotar de más autogestión a los profesionales y reducir la sobrecarga», resumió el director del ICV, Josep Maria Argimon.

El seguimiento de la huelga de médicos volvió a ser masivo: un 75% en los CAP y un 69% en la sanidad concertada, que sigue en pie de guerra. En educación fue más irregular. Las principales exigencias de los sindicatos que representan a los profesores de infantil, primaria y secundaria son recuperar las plantillas y reducir los alumnos por aula, 27 en secundaria y 22 en primaria. Fueron las reclamaciones más leídas en las pancartas que los profesores llevaron hasta el Parlament donde terminó la protesta junto a funcionarios, estudiantes y médicos con un clamo unitario contra los recortes.

La comitiva entró a los jardines del Parlament cantando el «Bella Ciao», el tema que hicieron suyo estudiantes y trabajadores en el mayo del 68, del que se cumplen 50 años. Frente a la cámara catalana les esperaban cinco furgones de los mossos. «Menos policía y más educación», recriminaron los manifestantes. «Revertir los recortes o huelga, huelga huelga» o «Escuela y sanidad pública y de calidad» fueron las otras proclamas más tarareadas.

El portavoz de USTEC-STEC, Ramon Font, recordaba las demandas del sector educativo: «Tenemos 7.200 profesores menos que en 2010». Según sus cálculos, recuperar estos docentes cuesta 96 millones de euros. También piden restablecer el horario lectivo anterior a los recortes para todo el personal, esto es 23 horas semanales en primaria y 18 en secundaria, una menos que actualmente. Con una hora menos lectiva pueden dedicar más horas a menos alumnos y atender mejor la diversidad. También piden el retorno de las pagas de 2013 y 2014, Una demanda compartida por el resto de funcionarios públicos que estaban convocados a la huelga por el sindicato Catac-CTS-IAC. El 12 de diciembre hay otra huelga convocada por UGT y CCOO para reclamar el retorno de estas pagas.