PSC y Podemos preparan el terreno para su pacto

En la recta final de la campaña para las elecciones autonómicas del próximo jueves, la sensación es que las posturas entre PSC y En Comú Podem se acercan cada vez más para consumar un pacto tras las elecciones. Ambos partidos siguieron abonando ayer esta posibilidad con la bendición de sus líderes nacionales, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

En la recta final de la campaña para las elecciones autonómicas del próximo jueves, la sensación es que las posturas entre PSC y En Comú Podem se acercan cada vez más para consumar un pacto tras las elecciones. Ambos partidos siguieron abonando ayer esta posibilidad con la bendición de sus líderes nacionales, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

El candidato del PSC a la Generalitat en las elecciones del 21–D, Miquel Iceta, no obstante, comenzó la jornada marcando distancias con los otros partidos del bloque constitucionalista, PP y C’s, al afirmar que la solución para estos comicios «no son ni los populares ni su media naranja» –en referencia al partido de Inés Arrimadas_ , por lo que para evitar «tanto la independencia como que haya un giro a la derecha», insistió en concentrar el voto de izquierdas en el PSC.

Pese a que las encuestas le sitúan en cuarta posición en el arco electoral de cara al 21–D, Iceta se está mostrando claramente como presidenciable, e incluso rechazó un hipotético acuerdo con C’s y PP.

Iceta y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asistieron a un mitin en Terrassa, junto al nuevo alcalde de la localidad, Alfredo Vega. Antes habían estado juntos en Girona, e Iceta siguió la misma línea, recalcando que «nuestra opción es la que más crece. Si no queremos independencia ni giro a la derecha, conviene que todos los votos de izquierdas se concentren en nuestra candidatura. No vacilemos, porque si nos despistamos, nos la volverán a pegar y este país no se lo puede permitir», señaló.

Por otro lado, cargó contra el ex president y candidato de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, y dijo que «es muy honorable dividir a los catalanes, perjudicar la economía de Cataluña, malmeter la imagen del país y no convocar elecciones cuando tocaba, provocando que lo hiciera Rajoy y todos los males que nos han venido después». Sánchez, erigió ayer a Iceta en el candidato de la «reconciliación» que permita a Cataluña pasar de «cinco años perdidos a cuatro de convivencia».

Los descartados

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por su parte reivindicaron la vía que representa el cabeza de lista de En Comú–Podem, Xavier Domènech, que se alejó de pactos postelectorales con Junts per Catalunya (JxCat) y Ciudadanos, pero no al PSC. En el mitin central, ante unas 2.000 personas según la organización, en la plaza Mayor de Nou Barris, en Barcelona, arropado por Iglesias y Colau, y el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, Domènech dejó claro que tras las elecciones, si las urnas confirman su papel decisivo, no piensa utilizar la «llave» de la gobernabilidad para pactar con las candidaturas que encabezan Carles Puigdemont e Inés Arrimadas.

Domènech destacó que tanto JxCat como Ciudadanos le sugieren que se abstenga para facilitar la investidura de Puigdemont o Arrimadas. «Eso nunca, hemos venido a transformar, no a abstenernos. Hemos venido a echarlos, no a abstenernos», subrayó.

«Somos la llave para acabar con los bloques», insistió el candidato de los comunes a la presidencia de la Generalitat, que auguró una «remontada histórica» pese a las encuestas que le conceden unos resultados a la baja.