Barcelona

Sólo quedan 10 años

El gran templo de la Sagrada Familia afronta su recta final con la construcción de las seis torres principales ideadas por Gaudí.

Reconstrucción digital de cómo quedará en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, el templo soñado por el arquitecto modernista.
Reconstrucción digital de cómo quedará en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, el templo soñado por el arquitecto modernista.larazon

El gran templo de la Sagrada Familia afronta su recta final con la construcción de las seis torres principales ideadas por Gaudí.

Dentro de diez años se cumplirán cien de la muerte de Antoni Gaudí. Coincidiendo con ese aniversario, probablemente el mejor homenaje que se le pueda hacer sea la conclusión de su obra más controvertida y que quedó inacabada: la Sagrada Familia. Y la verdad es que el contador está en marcha marcando esa fecha. El proyecto arquitectónico sigue funcionando e inicia su cuenta atrás con una de las partes más ambiciosas de cuanto ideó Gaudí. Ayer, Jordi Faulí, arquitecto director del grandioso templo, presentó lo que queda por hacer, lo inminente tanto para el edificio como para el dibujo de lo que es la ciudad que lo acoge.

¿Y que es lo que queda? Los próximos cinco años veremos erigirse las seis torres centrales: la de Jesucristo, la de la Madre de Dios y las de los cuatro evangelistas. Su construcción, como explicó Faulí, no será nada fácil, hasta el punto que se ha tenido que idear un sistema constructivo prácticamente desconocido, el de piedra postensada. De esta manera la torre será más resistente y puede ser más ligera y delgada, como anunció Faulí. Consiste en unas barras de acero que tensan un sistema de paneles de piedra, logrando que las torres puedan aguantar vientos y sismos. Los citados paneles de piedra, que actalmente se construyen en un taller fuera del templo, ayudarán a la edificación por niveles de las torres.

El edificio más alto

La de Jesucristo convertirá la Sagrada Familia en el edificio más alto de Barcelona, gracias a sus 172,5 metros. En su interior se colocará un ascensor que permitirá a los visitantes llegar hasta la cúspide, coronada con una extraordinaria cruz de 15 metros. Siguiendo con las cifras de vértigo, la llamada de la Madre de Dios, contará con unos 140 metros, estará ubicada sobre el ábside y tendrá como función la de proporcionar luz natural al presbiterio. Por su parte, las dedicadas a los evangelistas llegaron en este año a los 76 metros, aunque su altura será de 135. En la actualidad se está trabajando en los escalones y la baranda de piedra de las escaleras.

Quien se acerque ahora a la construcción constatará que hay diversas novedades, entre ellas destaca que la sacristía de ponente está casi finalizada. Desde hace algunas semanas, los visitantes pueden acceder al claustro y ver el interior de la sacristía que, por cierto, sirve para definir las torres centrales. Igualmente está prácticamente concluido el pórtico superior de la fachada de la fachada de la Pasión, con una espectacular columnata.

En el interior de la basílica, nos encontraremos con las vidrieras superiores del ábside y los de la escalera de la parte del Nacimiento. En esta fachada, durante el pasado mes de dicembre, se colcó la última puerta del Nacimiento, la relacionada con el portal de la Esperanza y que ha sido ejecutada por el escultor Etsuro Sotoo.

El pasado año visitaron la Sagrada Familia 3,7 millones de personas, lo que supuso un incremento del 14 por ciento respecto a 2014. Este hecho supone un impulso importante para le templo, especialmente para mantener el presupuesto y el ritmo de las obras. Faulí explicó ayer que «no se siente la presión. Siempre hemos trabajado con una fecha como previsión para concluir los trabajos arquitectónicos.

Según nuestros cálculos puede estar lista toda esta parte en 2016. Quedará por hacer la artística». De este último aspecto, todavía no se ha escogido a los artistas que trabajarán toda esta sección. Por otra parte, el arquitecto reconoció que todavía no se ha hablado del destino de la fachada de la Gloria, que debería construirse en la calle Mallorca, hecho que supondría –si se siguiera el proyecto original de Gaudí– la eliminación del bloque de viviendas que hay frente al templo. Habrá que esperar.