Desahucio
Un desalojo «okupa» en Gràcia termina con 2 detenidos
Es de sobras conocido que el distrito de Gràcia de Barcelona, es uno de los principales bastiones del movimiento «okupa» en la ciudad. Una buena muestra de ello fue lo que sucedió ayer, a primera hora de la mañana.
Es de sobras conocido que el distrito de Gràcia de Barcelona, es uno de los principales bastiones del movimiento «okupa» en la ciudad. Una buena muestra de ello fue lo que sucedió ayer, a primera hora de la mañana. Un desalojo que terminó con contenedores quemados y dos arrestados.
Sucedió en el número 154 de la Travessera de Gràcia, en una vivivienda conocida como «Ca La Trava». Un dispositivo de los Mossos d'Esquadra desalojó el edificio, que en ese momento estaba ocupado por siete personas. Todo fue por una orden de un juzgado de Barcelona.
Tres de ellas fueron desalojadas con facilidad, pero no el resto. Utilizaron una vieja y clásica táctica «okupa», lo que se traduce en encadenarse en bidones llenos de cemento, para dificultar al máximo la operación. Sin embargo, los agentes de la Policía Autonómica tampoco tardaron mucho en culminar con éxdito el dispositivo.
Respecto a estas cuatro personas, dos quedaron detenidas, y otras dos fueron denunciadas, de acuerdo con la denominada «Ley Mordaza». El edificio, que es propiedad de una inmobiliaria, llevaba «okupado» desde hace unos dos años. En la operación intervinieron agentes de la brigada de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, pero también de la Guardia Urbana, lo que provocó ciertas reacciones sindicales.
Todo en referencia a la intención, aún no culminada, de la alcaldesa, Ada Colau, de suprimir los antidisturbios de la policía barcelonesa. Por ejemplo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif), mayoritario dentro de la Guardia Urbana, señaló ayer la importancia de la participación de sus efectivos en el desalojo, lo que demostró de nuevo de nuevo el más que evidente creciente malestar y divorcio entre el cuerpo y la alcaldesa.
El operativo comenzó a las 6.00 horas de la mañana y, aparte de las citadas detenciones, se identificó a otros tres «okupas». No obstante, el colectivo no quedó muy satisfecho con la decisión judicial, y lo hicieron notar.
Al poco rato del desalojo, se iniciaron más incidentes, en un principio más leves. Una treintena de jóvenes cortaron durante un rato el tráfico en la Via Augusta, hasta que los Mossos acudieron a dispersarles. No obstante, los activistas no mostraron resistencia y abandonaron pronto la protesta.
Pero no acabó aquí el día. Además de otras pequeñas concentraciones, se congregó vía redes sociales una manifestación o concentración en forma de protesta por el desalojo a media tarde en la plaza de la Virreina de Gràcia, muy cerca de la vivienda desalojada.
La protesta tardó mucho en arrancar, y de hecho en los primeros minutos la asistencia era más bien escasa y en una situación de absoluta normalidad, un hecho que ciertamente contrastaba con las numerosas manifestaciones violentas de antisistema que ha sufrido Barcelona en los últimos años. Sin embargo, un grupo de manifestantes acabó por quemar diversos contenedores en el barrio, siguiendo uno de sus métodos más utilizados. Fue la respuesta al desalojo de uno de los últimos bastiones «okupas» del distrito de Gràcia, otrora cuna del movimiento.
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