Un señor de Barcelona

El magnífico libro de Josep Pla «Un senyor de Barcelona» ha servido para designar un prototipo de barcelonés equivalente a lo que llamaríamos también un patricio catalán. Se trata de un caballero procedente de la burguesía de negocios o de las profesiones liberales. Estos prohombres forman parte, muchas veces, de auténticas dinastías en sus respetivos ramos de negocio.

La burguesía ha constituido la nobleza de los siglos XIX y XX. Algunos han merecido el título real por su actividad empresarial o su excelencia profesional. Desde fines del XVIII se introduce el nuevo concepto de élite, la que proviene del mundo económico, artístico o científico, «pro virtute et merito», así reza la orden de Carlos III.

Tal galería de personajes, afortunadamente, continúa viva en la actualidad y la prueba la hemos tenido recientemente en el Círculo del Liceo, donde el empresario Joan Uriach, titular del laboratorio más antiguo de España, siguiendo una tradición familiar muy arraigada, ha donado un magnífico cuadro, titulado «La Llotja» y pintado en el año 1945 por Olga Sacharoff, nacida en Georgia en 1889. Este magnífico lienzo retrata una serie de personajes de la Barcelona de entonces, entre ellos la misma pintora y su esposo Otto Lloyd, además de la escritora francesa Colette como muestra de la sociedad de la época.

Esta donación al Círculo del Liceo que nos enlaza con Rusiñol y Casas nos recuerda que con Joan, su esposa y sus hijos, los señores de Barcelona no han desaparecido ni mucho menos, sino que siguen dispuestos a hacer buenas obras por el bien común de la sociedad.