Literatura

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Ayanta Barilli, finalista Premio Planeta 2018, «Quería que este libro fuera un viaje en el que cuatro mujeres se fusionaran»

Ayanta Barilli, finalista Premio Planeta 2018, «Quería que este libro fuera un viaje en el que cuatro mujeres se fusionaran»
Ayanta Barilli, finalista Premio Planeta 2018, «Quería que este libro fuera un viaje en el que cuatro mujeres se fusionaran»larazon

Ayanta Barilli (Roma, 1969) dio en el clavo: su primera novela ha logrado ser finalista del Premio Planeta. «Un mar violeta oscuro» es la obra que hoy está en boca de muchos, pero en su cabeza llevaba gestándose desde hacía décadas. Es, más que un relato biográfico familiar, el testimonio consagrado de una madurez personal. Atiende a LA RAZÓN Comunitat Valenciana apenas horas después de conocer que la tercera edición del libro ya es una realidad.

-La primera pregunta se hace sola: ¿es usted feliz?

-Sí. Indudablemente, es un sueño cumplido. Conseguir el Planeta, o ser finalista, es uno de los sueños de todos los escritores en nuestra lengua. Cuando terminé de escribir esta novela tenía claro que al menos lo quería intentar y me quería presentar. Reconozco que con muy pocas esperanzas. No tengo queja, estoy muy agradecida.

-Dio en el clavo. Primera novela y gran reconocimiento.

-Es una novela que llevaba pensando muchos años. Desde mi adolescencia, o infancia, quizá. No la escribí antes porque no me sentía capaz de hacerlo. No tenía la madurez suficiente. Además, necesitaba un paisaje más amplio frente a mí. Cuando vi que me había colocado en ese lugar, decidí sentarme a escribir. Salió esta novela.

-¿Cómo ha sido, pues, el proceso de creación?

-He tardado en escribirla cinco años, más un año en verla publicada. En total, seis años de escritura y corrección exhaustiva. Ha sido un periplo bastante complejo, porque estaba abordando un trabajo nuevo. Una cosa es pensar en una novela; otra, sentarse y escribirla. Durante este proceso ha cambiado mucho el concepto primero que tenía. Los personajes me han ido «tironeando» y llevándome a escribir lo que esta novela hoy es. Por otro lado, es un proceso técnico complejo. Me encontré con un archivo familiar que tuve que estudiar. Tuve que elegir qué contar y qué no contar. Ha sido complejo también desde el punto de vista psicológico, porque esto nace de la necesidad de mirar hacia atrás, de mirar al pasado, de entender a las mujeres que me precedieron y, por tanto, entenderme de paso a mí misma. Era este uno de los objetivos que tenía que alcanzar para llegar al final de este libro.

-¿Se trata de una obra basada totalmente en hechos reales?

-No. Me baso en historias reales que han sucedido. Las historias de mi bisabuela, de mi abuela y de mi madre contadas en primera persona. Pero escrito con toda la libertad de fabular o ficcionar lo que me venía en gana. Es una novela con una fuerte base autobiográfica.

-Y más allá de un relato biográfico, ¿qué cuenta la novela?

-Muchas cosas: por un lado, es un retrato de las mujeres desde finales del XIX hasta ahora. Tenía muy claro que estas mujeres se podían entender de un modo universal, se les podía dar voz. Por otra parte, me interesaba entender la esencia del amor incondicional. Se da en pocos casos, y es un amor que me gusta. Además, quería profundizar en las relaciones entre hombres y mujeres y sus dificultades, tanto hoy como antaño. Y, desde luego, quería que este libro fuera un viaje en el que esas cuatro mujeres se fundieran en una sola.

-¿Se puede hablar, por tanto, de una novela femenina o feminista?

-(Rotunda) No. Me aburre este tipo de etiquetas. Escribo literatura y entiendo que la escriben personas. Los personajes retratados aquí son hombres y mujeres. Por otra parte, sé que frecuentemente se divide la literatura en femenina y no femenina, lo que me parece otro error de concepto. Las mujeres somos las que leemos. En torno al 80 por ciento frente al 20 por ciento de hombres lectores. Quizá, ya puestos a hacer esta distinción, que no me gusta, habría que hablar de ese nicho de literatura masculina, más bien.

-Dado el éxito de la novela, se habrá planteado seguir escribiendo.

-Me había planteado seguir escribiendo, independientemente de si esta novela tuviera éxito o no. El escribir responde a una necesidad, y en esto momentos siento la necesidad de encerrarme y de contar otra historia. Está claro que el hecho del éxito de este libro me ayuda porque es un espaldarazo. Es una manera de estar satisfecha y de tener un poco más de seguridad en mi misma porque es un camino un poco dificultoso.