La agonía del mercado del arte

«El mercado del arte está muerto (...) A los coleccionistas ya no les interesan los artistas locales, solo las firmas (...) El noventa por ciento de las galerías han cerrado y el resto están en lista de espera». El escenario que ayer dibujó el artista Vicente Colom dejaba escaso espacio para el optimismo, aunque siempre le quedará el apoyo institucional.

El de ayer vino de la mano de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Mayrén Beneyto, quien se comprometió a seguir impulsando a los creadores locales. No obstante, admitió que corren malos tiempos para las grandes inversiones y que, dadas las apreturas económicas de las arcas municipales, la opción más sensata es tirar de «fondo de armario». En ese sentido, consideró que no es el momento de adquirir nuevas piezas, sino de recibirlas. Es época de mostrar, «de la manera más adecuada», las colecciones que el Consistorio posee.

Ni se compra ni se vende

«Afortunadamente» la situación no ha llegado al punto de gravedad que obligue al Gobierno de Rita Barberá a deshacerse de alguna de las obras que tiene en propiedad. Es más, Beneyto «podría estar otros diez años como concejala y no llegaría a mostrar, como se merece, todo el patrimonio municipal».

De momento, la temporada expositiva comienza este año con la exhibición de Colom en el museo de L'Almudí, donde permanecerá hasta el 4 de mayo.

Para el próximo mes, Beneyto anunció una muestra de «delicadas joyas» fruto de una donación que se hizo tiempo atrás y que recientemente se restauraron. En este punto, la edil aprovechó para confirmar que el Ayuntamiento trasladará las esculturas de Venus y Apolo de Ponzanelli que se encontraban en los Jardines de Viveros, al Museo de la Ciudad. El objetivo es evitar que estas piezas de arte sean de nuevo víctimas del vandalismo que ha costado más de 10.000 euros en trabajos de restauración.

Colom, por su parte, insistía en su defensa de los artistas locales y pedía a las marcas que ocupan los locales más lujosos de la Milla de Oro de la capital valenciana que contribuyan a financiar el museo al aire libre que fue durante unos meses la plaza del Patriarca, con obras de Miquel Navarro y Vicente Ortí.