Comunitat Valenciana

Los sindicatos arremeten contra el plurilingüismo

CSI·F y ANPE critican la falta de previsión en formación de profesorado, así como el agravio comparativo que se creará entre centros según el nivel del modelo que apliquen

El conseller de Educación, Vicent Marzà, impulsor del Decreto de Plurilingüismo
El conseller de Educación, Vicent Marzà, impulsor del Decreto de Plurilingüismolarazon

CSI·F y ANPE critican la falta de previsión en formación de profesorado, así como el agravio comparativo que se creará entre centros según el nivel del modelo que apliquen

Con motivo de la publicación ayer del Decreto de Plurilingüismo en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) y el sindicato independiente de docentes de la enseñanza pública ANPE aprovecharon para volver a manifestar su malestar ante la nueva ley que afecta al modelo lingüístico educativo.

Desde la CSI·F urgieron a la Conselleria de Educación, dirigida por Vicent Marzà, a que promueva planes de formación entre los docentes para poder aplicar el nuevo modelo lingüístico educativo. Del mismo modo, recordaron que los profesionales de la enseñanza «están saturados de trabajo por el aumento de horas lectivas y de ratios en aulas» y que, además, apenas existen planes públicos de formación.

También lamentaron la «falta de inversión» de la Conselleria en formar a los docentes en plurilingüismo, así como que se pretenda implantar el decreto sin antes preocuparse por habilitar grupos específicos en las escuelas oficiales de idiomas para docentes o en mejorar la preparación a distancia, que actualmente resulta «insuficiente». «Hasta la fecha Educación no ha planteado una opción seria para abordar la formación en inglés del profesorado», manifestaron desde CSI·F.

Además, destacaron que la oferta de capacitación en valenciano también resulta es deficiente ante de la demanda existente.

«El decreto de plurilingüismo supondrá una carga extra para unos profesionales muy exigidos y poco apoyados por la Administración», sentenciaron.

El presidente de ANPE, Laureano Bárcena, advirtió por su parte del «agravio comparativo» que supone el nuevo modelo lingüístico educativo valenciano porque el hecho de que solo los alumnos que cursen el programa mayoritariamente en valenciano obtendrán de manera automática al terminar sus estudios de Bachillerato el certificado de B1 en Inglés. Por ello, aseguró que el decreto penaliza a quienes prefieren educarse en castellano.

También sostuvo que el modelo no cumple con su objetivo: «formar ciudadanos plurilíngües con el fin de corregir desigualdades sociales y sociolingüísticas», ya que este será inalcanzable en los niveles básicos en los que el inglés tiene menor implantación, por tanto, «lejos de corregir desigualdades las promueve».

Asimismo, denunció que la ley es «poco ambiciosa» respecto al conocimiento de las lenguas extranjeras, de las que pretende conseguir «un dominio funcional», mientras que de castellano y valenciano quiere otorgar «un dominio elevado y equivalente».

Que en un mismo colegio no puedan coexistir dos niveles diferentes es estimado por ANPE como una medida que «fomenta la desigualdad» entre centros. También «segrega» a los colegios, ya que no todos podrán otorgar títulos en idiomas a los alumnos.

Bárcena finalizó aseverando que el modelo no garantiza la continuidad entre los centros de Primaria y Secundaria, dado que la coordinación entre colegios necesaria para ello, no es compatible con la libre elección de cada centro del nivel lingüístico del modelo a aplicar.