Mollà centra sus líneas en el cambio climático y relega la agricultura

En su discurso de 50 minutos para abordar las líneas de trabajo de esta legislatura, la primera alusión a tema agrarios llegó en el minuto 26

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha invertido, al parecer, el orden en sus responsabilidades. Así lo parece a la vista de su intervención ayer en el pleno de Les Corts para exponer las líneas de trabajo de su Conselleria durante los próximos cuatro años.

En su alocución, de 50 minutos de duración, la primera referencia al sector agrario llegó en el minuto 26, y fue para abordar asuntos que quedan un tanto lejos de la Comunitat Valenciana, como Donald Trump y sus aranceles, los acuerdos comerciales o Mercosur. Habló también de la necesidad de mejorar los acuerdos fitosanitarios en las fronteras y sobre la plaga de la Xylella fastidiosa, un asunto en el que fue un tanto ambigua al asegurar que: «queremos minimizar los daños, cada árbol que se arranca es una herida».

Cabe recordar que en la Comunitat Valenciana se está utilizando en la actualidad el método de erradicación para luchar contra esta bacteria, que consiste precisamente en el arranque de los árboles afectados.

Llama mucho la atención que la Ley de Estructuras Agrarias, aprobada durante la pasada legislatura, y que representa el núcleo central del sector en este momento -los agricultores insisten en la necesidad de ponerla en marcha lo antes posible- apareció en el discurso de Mollà en el minuto 37 del discurso, es decir, cuando solo restaban 17.

Quizás el hecho de que los asuntos agrarios estén centralizados en la Secretaría autonómica de Agricultura, bajo la responsabilidad del socialista Francisco Mulero -Mollà pertenece a Compromís- tenga algo que ver en el poco interés de la consellera en tos temas.

Y para quien se esté preguntando de qué habló entonces la consellera de Agricultura, la respuesta es que fundamentalmente sobre el cambio climático. Mollà habló largo y tendido acerca de la gota fría que arrasó la Comunitat Valenciana la semana pasada y aseguró que se trata de una prueba más de la emergencia climática que vive la región. «Vengo a programar una estrategia y una Ley contra el cambio climático», aseguró Mollà.

Otra de las prioridades, dijo, será continuar con el modelo de cambio en la gestión de residuos, apostando por la reducción y reutilización y evitando la incineración, y afirmó que cree que existe «una oportunidad histórica» para aplicar sistemas de gestión de recogida de envases.

En esta línea, hay que subrayar que en la nueva organización de la Conselleria hay seis Direcciones Generales para medio ambiente y cambio climático y sólo tres para agricultura.

En materia de agua, la consellera indicó que no se cansará de pedir al Gobierno inversiones suficientes para garantizar la suficiencia hídrica en la Comunitat, y reclamó «un respeto riguroso» al memorándum de trasvase Tajo-Segura y que «los costes del postrasvase Júcar-Vinalopó no se apliquen sobre las espaldas de nuestros agricultores».

Otro asunto que llamó ayer la atención fue la ausencia de las principales organizaciones agrarias de la Comunitat -fundamentalmente la Asociación Valenciana de Agricultores y La Unió de Llauradors- durante la intervención de la consellera en Les Corts. Es la primera vez que estas no habían sido invitadas a la exposición de las líneas de trabajo de la Conselleria a principios de la legislatura.

Ayudas de mínimis

Desde el PP le reprocharon a Mollà el retraso en la aprobación de las ayudas de mínimis de ocho millones de euros prometidas al sector por el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, la pasada legislatura. La orden de dichas subvenciones quedó sin firmar por la predecesora de Mollà, Elena Cebrián, por lo que han caído en saco rato. Mollà, al ser preguntada por dicho asunto, vino a decir que ella no es la responsable de Hacienda.

El diputado de Ciudadanos Emigdio Tormo destacó que la agricultura valenciana «está en una situación crítica», de la que ya no se puede culpar al PP, y José Luis Aguirre (Vox) denunció «el talibanismo medioambiental ejercido por la Conselleria» y pidió un proyecto de desarrollo de zonas de interior. Mollà ha pedido al PP y Ciudadanos que le ayuden defender el trasvase Tajo-Segura porque no quiere participar en «guerras del agua».