Política

Valencia

«No hay atascos. Cuando se cambian las cosas, el perjudicado se queja, pero al final se acostumbra»

Joan Ribó_ Candidato de Compromís a la Alcaldía de Valencia

El candidato de Compromís al Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó
El candidato de Compromís al Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribólarazon

La entrevista - Joan Ribó_ Candidato de Compromís a la Alcaldía de Valencia

Joan Ribó i Canut (Manresa, 1947) tiene de su parte las encuestas que dan por probable un nuevo Pacte de la Nau de las formaciones de izquierda en el Ayuntamiento de Valencia. Pero él quiere más, más concejales y más control. Admite algún fallo en su Gobierno y justifica algunas quejas de los vecinos, a los que pide que vuelvan a confiar en él otros cuatro años más.

-Las últimas encuestas sobre intención de voto dicen que se reeditará el Pacte de La Nau, ¿hasta qué punto se las cree?

-Una encuesta es una foto de la sociedad y de su forma de pensar en un momento determinado. La foto puede ser con mayor o menor precisión. Y desde que se hacen, hasta las elecciones, la sociedad cambia. Pero es el único instrumento serio para medir la realidad. Me las creo con los condicionantes que supone saber que no es un instrumento de precisión. Pero dicho eso, yo tengo las encuestas de hace cuatro años y en ellas sacábamos de promedio cinco concejales y conseguimos nueve, lo que me hace ser optimista.

-Si se reedita, ¿bajo qué condiciones será? ¿cuál es su línea roja?

-Para Compromís, el primer objetivo que queremos trabajar es liderar este pacto. Creo que ha funcionado. No hay ninguna línea roja, la única línea roja es ponernos de acuerdo en un programa. Hay una voluntad de llegar a acuerdos, como hemos hecho estos cuatro años.

-El CIS revela que el 75 por ciento de los que le votaron en el 2015 lo volverán a hacer. ¿Qué cree que ha pasado con el 25 por ciento restante?

-Pues habrá gente que esté enfada por alguna cosa que hice, pero también hay que tener en cuenta que el CIS también dice que los votantes de Compromís son los que tienen mayor fidelidad de voto de todos los partidos. Es normal que haya una movilidad de voto, sobre todo cuando hay casi un 22 por ciento que aún no han decidido qué votar.

-Pregunta obligada: ¿con quién pactaría y con quién no?

-Eso está clarísimo. Pactaría con la gente que he pactado y no pactaría con quien tiene un programa contrapuesto al nuestro, que es la gente de derechas, que es el Partido Popular, Ciudadanos y todo lo demás.

- ¿Ese «y todo lo demás» es Vox?

-Como posible, no como seguro, porque ya veremos...

-Si solo pudiera hacer tres cosas durante la próxima legislatura, ¿cuáles serían?

-¿Tres? ¡Qué corto me lo pones! (sonríe). A ver, prioridad número uno: vivienda y sobre todo, la de alquiler. Hay una urgencia. Queremos hacerlo desde el Ayuntamiento, a través de Aumsa, y desde una empresa mixta que queremos crear en la que el Ayuntamiento aporte solares y la empresa aporte capital para promover alquileres asequibles, ya que el Gobierno de España no controla el alquiler, lo controlaremos nosotros.

-Le quedan dos más.

-Avanzar en la alimentación sostenible, por una cuestión medioambiental y por una de salud. Hay que organizar la agricultura de la huerta, organizar los mercados y educar a la sociedad para volver a la dieta mediterránea. Es que no hay que olvidar que las tasas de obesidad están aumentando de manera preocupante. Y la tercera es el empleo. Acabamos de conocer que Valencia será la capital del Webit de 2020 y eso implica trabajar más en la infraestructura del conocimiento. También para jóvenes, para mayores de 55 años y también en la agricultura -la última encuesta de empleo nos dice que la agricultura es la que más empleo estable ha generado en la Comunitat Valenciana-. Empleo también en la industria, potenciando los dos polígonos que tenemos en la ciudad, el de Vara de Quart y el del Horno de Alcedo, porque Valencia tiene una gran cantidad de empleo en servicio, pero necesita aumentar el industrial, porque es de más calidad y más estable. No podemos poner todos los huevos en el mismo cesto.

-Han logrado reducir la deuda en más de la mitad en cuatro años (de 784,6 millones en 2015 a 446,6 millones en 2019) ¿está satisfecho?

-Estoy encantado. Sobre todo porque hemos salido del Plan de Ajuste, hemos invertido cien millones más que el anterior gobierno. Eso quiere decir una cosa muy sencilla, que el Govern de La Nau, un gobierno progresista, gestiona los dineros del Ayuntamiento mejor que el gobierno del Partido Popular. El PP gestiona bien «sus» dineros, los personales. Aunque a veces acaban como el señor Cotino hoy (por ayer). El Govern de La Nau gestiona bien y eso significa que lo podemos usar para servicios sociales o vivienda. Cuando ahorramos, por ejemplo, 14 millones en la factura de la luz, con ese ahorro bajamos la deuda e invertidos en otros temas.

-Hablemos ahora de las espinas. Los vecinos de El Cabanyal han sido muy críticos con ustedes. Se esperaban más que con el Gobierno de Rita Barberá.

-Se esperaban más velocidad. Uno de los problemas de este Ayuntamiento es que necesita aumentar la rapidez de ejecuciones porque tiene una estructura un poco antigua, y hay que modernizarla. Pero eso no solo ha pasado con El Cabanyal, ha pasado con todo. Las cosas desde que se piensan y se programan, hasta que se hacen, tardan demasiado. Es un mal endémico de las administraciones. Pero hay que decir que nosotros vamos lentos, pero otros van mucho más. Y eso es lo que ha ocurrido en El Cabanyal. El barrio está cambiando profundamente, pero lo está haciendo más lento de lo que la gente quisiera. Eso lo tengo que admitir. Yo le digo que se verá más claro dentro de un año o dos.

-¿Les pide más paciencia?

-No es cuestión de paciencia. Yo reconozco que una persona que lleva 20 años maltratada porque le iban a tirar la casa, pedirle paciencia es para que se enfade, pero las cosas llevan su tiempo. Cuando un transatlántico va en una dirección y hay que hacerlo girar no puedes hacerlo bruscamente.

-Los comercios tampoco están contentos. Les han aumentado el IBI. Y a los hosteleros les han endurecido los horarios y los impuestos por terrazas. ¿Se va se seguir en esa línea?

-No es cierto. El IBI no se ha aumentado a ninguna familia ni a ningún pequeño comercio. Reconozco que se ha aumentado a las grandes superficies comerciales, a algún hospital, a las grandes empresas... Hemos hecho lo que se hace en todas las ciudades de España, pero no hemos aumentado el IBI a ninguna vivienda en toda Valencia. Quiero que quede claro. Lo que pasa es que Valencia era antes... no digo que fuera un paraíso fiscal, pero... en fin. Por ejemplo, los grandes comercios tenían la obligación estatal de pagar el IAE, pero cuando llegamos nosotros vimos que no se había revisado nada desde 2004. En cuanto a las terrazas, es cierto, se ha aumentado a algunas, pero lo que no se dice es que la inmensa mayoría no ha cambiado y otra más importante ha bajado. Lo que sí hemos querido es diferenciar, porque no es lo mismo una terraza en el eje que va desde Les Corts hasta la Estación del Norte que una en el barrio de Orriols.

-Hablando del IBI, ¿cuándo comenzará a cobrarse a la Iglesia?, y ¿cómo?

-A la Iglesia no le quiero cobrar el IBI, quiero cobrar a aquellos negocios que hace la Iglesia, porque tiene que estar en igualdad de condiciones. Pero sé que esto tiene sus complicaciones legales, porque hay una reglamentación específica, un acuerdo con el Vaticano y, por otro lado, hay una ley de fundaciones que nos dificulta el tema. Nosotros tenemos claro, tanto el concejal de Hacienda como yo, que la Iglesia, como todo el mundo, si tiene un negocio, tiene que pagar el IBI. En modo alguno queremos cobrárselo a las religiones o a los centro de culto, o a las ONG.

-Para quejas, las de movilidad. ¿Dónde cree que han fallado?

-Lo primero que quiero decir es que hemos cumplido de una manera bastante estricta algo que aprobó el Partido Popular en esta casa en 2014 que se llama el PMUS (Plan de Movilidad Urbana y Sostenible). Cuando se cambia una cosa de movilidad, se cambian los comportamientos y las costumbres y el que sale perjudicado suele quejarse. Pero al final, la gente se acostumbra. Hay un periodo de adaptación. Lo mismo que pasa en estos temas. pasa en muchos otros. Muchos de los carriles bici que dicen que generan atascos, cuando vamos a verlos no son tales. Y tenemos sensores para medirlo. La ciudad de Valencia está bajando el número de coches que circulan por ella como consecuencia de los cambios en la movilidad y eso es positivo, por la contaminación, acústica y del aire. Insisto, puede haber molestias en un momento determinado. Si hay alguna cosa o detalle que hay que cambiar, no tenemos inconveniente en hacerlo una vez pasado el periodo de adaptación. Yo tengo el honor de haber recibido un premio en movilidad de una señora, Isabel García Tejerina, que fue ministra de Medio Ambiente con el PP.

-¿No hay problemas de tráfico debido al carril bici?

-No hay problemas significativos de tráfico. El problema fundamental de tráfico es que antes de hacer el carril bici se podía aparcar en doble fila -aunque estuviera prohibido- y ahora no.

-Muchos creían que no volvería a confiar en Giuseppe Grezzi después de haber sido uno de los concejales más criticados en esta legislatura. ¿Volverá a darle la Concejalía de Movilidad?

-Lo eligió la gente que participó en las primarias, que fue mucha. Yo le he votado, porque me parece un buen concejal, pero si me pregunta si estará en Movilidad le digo que yo me pondré a ese tema el día después de las elecciones. Yo soy muy metódico. En mi calendario está no pensar en este tema hasta el día 27. Porque no es lo mismo que saquemos nueve concejales que trece. Evidentemente no plantearé las cosas igual. Y pensamos sacar trece, ¡como mínimo!

-La falta de comunicación entre concejalías gobernadas por distintos partidos ha sido evidente durante estos cuatro años y algún desencuentro ha sido sonado, sobre todo en materia de movilidad y seguridad, ¿qué cree que ha pasado?

-En esta casa hay un problema de organización que hemos de mejorar. Y es uno de los objetivos serios que me planteo como alcalde. Y no solo entre Movilidad y Policía, es en muchos sectores, donde nos encontramos que las cosas se alargan por una falta de comunicación entre dos servicios. Ahí reconozco que tenemos un problema organizativo. Tenemos que solucionarlo con una estructura modernizada a través de gerencias y de grandes áreas.

-María José Catalá (candidata del PP a la alcaldía) le ha acusado de llevar imputados en su lista, usted que ha sido tan crítico con el PP por este asunto.

-La señora Catalá no quiere distinguir un pequeño detalle: co-rrup-ción. Hay una diferencia que le quiero recordar a la señora Catalá: se le ha olvidado la palabra «corrupción». ¿Recuerda que no ha podido poner ni a un solo concejal de los diez que tenía precisamente por este problema?

El Cuestionario de Bernard Pivot

¿Cuál es su palabra favorita? Solidaridad. Es la ternura de los pueblos.

¿Cuál es la palabra que menos le gusta? Odio.

¿Qué es lo que más le causa placer? Muchas cosas. Ir por el monte, escuchar música clásica, leer un buen libro... muchísimas.

¿Qué es lo que le desagrada? La contaminación acústica. Cada vez me desagrada más.

¿Cuál es el sonido o ruido que más placer le produce? La música clásica.

¿Cuál es el sonido o ruido que aborrece escuchar? Las motos esas que van sin tubo de escape.

¿Cuál es su palabrota favorita? ... (piensa un rato). Me ha pillado. No suelo decir.

Aparte de su profesión ¿qué otra profesión le hubiese gustado ejercer? Cuando me reencarne quiero ser profesor de instituto otra vez.

¿Qué profesión nunca ejercería? Médico. Me parece una profesión preciosa, pero me veo incapaz de controlar el pánico que me da ver sangre.

Si el Cielo existiera y se encontrara a Dios en la puerta, ¿qué le gustaría que le dijera al llegar? Que la tierra es cada día más justa para todo el mundo.