Música
Petit Pop, el grupo «indie» de música familiar para niños del siglo XXI
Nació como un divertimento familiar y alternativo a las carreras profesionales de sus cuatro integrantes pero cinco años después, Petit Pop se ha convertido en un grupo clave para entender por dónde van los gustos musicales de los niños actuales y por qué sus padres disfrutan cada vez más junto a ellos.
Con cinco discos a sus espaldas (dos de ellos en bable, que reivindican con orgullo en su Gijón natal) y hasta un cómic-disco ("Petit Pop en Silenciópolis", recién editado por el sello gallego Sueños del Gatipedro), la banda formada por miembros de Nosoträsh, Pauline en la playa, Penelope Trip y Edwyn Moses acumula ya desde 2010 más de un centenar de conciertos por toda España, el último de ellos este pasado fin de semana en Sagunto (Valencia).
En declaraciones a EFE, Mar Álvarez (voz y 50 % de Pauline en la playa) valora orgullosa cómo han conseguido que niños, padres, profesores y abuelos compartan su ocio musical con temas como "Soy un roñica", "Senderismo", "No nos gustan los lunes", "Quiero ser bombera", "Mamitis aguda", "¿Por qué, por qué?", "La niña pirata"o esa oda al queso fresco que hay en "Canción de aperitivo".
En teatros, colegios, festivales al aire libre o museos, este "pop pequeñín"se ha ido ganando la simpatía de cientos de familias que, hastiadas del cancionero típico infantil, cantan las historias gamberras, siempre con humor y buscando la complicidad educativa y cultural de los mayores, que narran típicos tópicos infantiles con sonidos pop, rock o punk, incluso jazz y folk y hasta una balalaika.
En la gira de presentación de su último disco, "No nos da pereza la Naturaleza", Petit Pop comprueba nuevamente que su ambiciosa apuesta cultural por la educación sonora de las nuevas hornadas va por buen camino, sin olvidar el empeño por inculcar referencias a la vida rural en niños que nunca han salido de sus ciudades.
"Queremos que todos se reconozcan en las canciones, siempre con un tono de humor, riéndonos de lo cotidiano. Queremos hacer cómplice a toda la familia porque sabemos que es difícil compartir con los hijos los momentos de ocio en común", señala Álvarez, quien reivindica canciones que fomenten el espíritu crítico en los niños, esos que llegarán lejos si no se avergüenzan por llorar ("Tristán").
Esa sorna es la que inunda canciones como "Chof chof chof", donde se ríen con estilo del perenne paisaje lluvioso gijonés, o "Raro crustáceo", en la que, emulando la metamorfosis kafkiana, un niño se hace "bicho-bola"al mutar su habitación en una madriguera inexpugnable.
La amalgama de influencias de los cuatro miembros del grupo -Cova de Silva, Lara González, Pedro Vigil y Mar Álvarez, procedentes todos ellos de sellos independientes de los 90 como Siesta y Elefant- permite que los niños canten y bailen sobre lo que les pasa en el recreo, un lunes por la mañana, viajando en coche o con las "chuches"a ritmo de Elvis, los Beatles, los Ramones o T. Rex.
"Oímos mucha música y eso nos da licencia y libertad para componer lo que nos da la gana. Eso es maravilloso para componer", añade Mar, madre, compositora y formadora de futuros compositores.
Sus próximas citas pasan por el Auditorio de Oviedo (11 de abril), el festival Malakids en Madrid (25 de abril, con la participación de Alicia Álvarez -hermana de Mar y el otro 50 % de Pauline en la playa- recitando el cómic de Silenciópolis), Gijón (5 de mayo) y el Centro Niemeyer de Avilés (9 de mayo).
Efe
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