Sucesos

Agustín, uno de los desaparecidos, no trabajaba en la obra

Había acudido al inmueble a ver a su hermano, el encargado, y quedó atrapado junto a José María. Para este último era su primera obra.

Roberto Bello, en la imagen, es el encargado de la obra y el hermano de uno de los desaparecidos, Agustín. Detrás de él aparece Javier Barbero, concejal de Ahora Madrid. Foto: Cristrina Bejarano
Roberto Bello, en la imagen, es el encargado de la obra y el hermano de uno de los desaparecidos, Agustín. Detrás de él aparece Javier Barbero, concejal de Ahora Madrid. Foto: Cristrina Bejaranolarazon

Había acudido al inmueble a ver a su hermano, el encargado, y quedó atrapado junto a José María. Para este último era su primera obra.

El corazón de Chamberí permanece en estado de shock. El derrumbamiento del interior del número 19 del paseo General Martínez Campos marcaba ayer la vida del barrio. En su interior siguen trabajando a destajo, sin pausa, los bomberos del Ayuntamiento. Sabían, al cierre de esta edición, que cada minuto era crucial para conseguir hallar con vida a los dos desaparecidos: José María Sánchez y Agustín Bello. De la veintena de personas que estaban en su interior sobre las 16:45 horas del martes, ellos no consiguieron salir cuando los forjados se vinieron abajo.

Mientras los efectivos de bomberos hacen turnos para desescombrar lo más rápidamente posible y poder hallar con vida a los desaparecidos, los vecinos desalojados de la calle Viriato –paralela a Martínez Campos– se agolpan alrededor del cordón policial. «Aún no sabemos si vamos a poder entrar esta noche, pero pinta mal», explica a este diario Segun. Mientras narra cómo tuvieron que salir con lo puesto de sus casas, llega a la zona Roberto Bello. Su gesto de preocupación denota la situación. «Mi hermano está ahí abajo», afirma a LA RAZÓN mientras señala el inmueble afectado. Y aclara: «Es uno de los desaparecidos, pero no era uno de los obreros. Trabaja en este sector, pero justo esa tarde había venido a verme». Agustín, vive en Parla con su esposa y su hijo pequeño.

Roberto no olvida ningún detalle de la tarde del martes. «Quería enseñarle el edificio, lo que estábamos haciendo». Los hermanos estaban en la segunda planta cuando «tuve que bajar para organizar la seguridad de los peatones porque estaban llegando los camiones de desescombro. Fue en ese instante cuando ocurrió. Un minuto antes y ahora estaría ahí abajo con mi hermano». Roberto está en shock, aún no se cree lo sucedido. «Soy el recurso preventivo de la obra (coordinador de la seguridad), por lo que soy el responsable de todo». Se culpa de lo acontecido, aunque desconoce qué ha podido ocurrir. Los vecinos insisten que han fallado las vigas, pero el encargado lo desmiente: «Tenemos todos los permisos en regla y lo ocurrido se debe, más bien, a que la estructura se ha desestabilizado, aún es pronto para saber qué ha fallado».

Está en permanente contacto con los bomberos que le trasladan sus avances. Al cierre de esta edición, conservaban las esperanzas de hallarlos con vida. «Justo al lado de donde dejé a Agus está la escalera y me dicen que permanece entera, bien conformada. Así, si le dio tiempo a dar un salto e ir a ella pueden dar con él». Los efectivos que trabajan en la búsqueda también tienen otra esperanza. «Las vigas grandes han creado un efecto peine y pueden estar ahí». Estos huecos que se crean en los siniestros los bomberos los denominan «ventanas de vida».

De los puntos calientes que Emergencias confirmó que habían localizado los perros, Roberto duda: «Los obreros que salieron corriendo pudieron dejar ropa en el interior y es lo que detectan. No sabemos». Horas después, los bomberos confirman que los dos hombres no estaban en las zonas señalizadas.

La segunda persona que no logró salir del inmueble es José María Sánchez, de 56 años, vecino de Malpartida (Plasencia). Trabajaba en la quinta planta retirando la carpintería y el mobiliario que quedaba en la planta cuando se produjo el desplome. El gerente de Tygma, la constructora subcontratada por Aldesa, responsable de la obra, confirmó ayer que «era su primera obra». Lo había contratado hace tres semanas. La obra apenas llevaba un mes y medio en marcha y, por el momento, estaban vaciando el inmueble antes de iniciar su rehabilitación.

El alcalde de Malpartida, José Raúl Barrado, se puso en contacto con los familiares del trabajador que, nada más conocer la noticia, se trasladaron a la capital. «Estamos esperanzados con encontrarles con vida», afirmó a Efe el edil.

Mientras las labores de búsqueda prosiguen, los vecinos reconocen que temían que «esto pudiera ocurrir. Nunca nos ha gustado este proyecto porque quieren hacer un garaje y excavar tres pisos por debajo de los cimientos», explica Segun que, resignado, cree que volverá a pasar una noche más en la casa de unos familiares. Otro vecino del mismo bloque de Viriato asiente: «Seguramente pasemos otra noche en un hotel. Ojalá encuentren a los hombres con vida», añade.