Carmena acusa al juez de demasiado riguroso y llama «movimiento político» a ETA

La alcaldesa dice que la Audiencia Nacional ha tenido un rigor excesivo con los titiriteros y cree que la obra fue «satírica» y, por tanto, «no punible».

Cuatro días después de que saltase la polémica por los dos titiriteros de la programación del Carnaval de Madrid detenidos por enaltecimiento del terrorismo ha salido a dar explicaciones la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. Y como parece que ya es costumbre, lo ha hecho entre los disparos del fuego amigo, con la concejala de Cultura, Celia Mayer, anunciando en Twitter que estudiará retirar la denuncia del consistorio contra «Títeres desde abajo» y su aliada en el Gobierno, la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Purificación Causapié, pidiendo la cabeza de la edil.

En ese campo minado, la regidora comenzó pidiendo perdón a los madrileños, especialmente a los padres de los niños espectadores de la obra «La Bruja y Don Cristóbal», por haber «enturbiado» las fiestas del Carnaval con un «espectáculo deleznable» del que, reiteró, «el Ayuntamiento no tenía conocimiento de su contenido». Es por ello que aseguró que se van a investigar más responsabilidades políticas, además del cese del director artístico y la coordinadora del Carnaval, pero no condenó a su concejala de Cultura, de quien dijo que «cuenta con su apoyo», si bien no descartó su cese o dimisión en función de los resultados de la investigación. Igualmente, se puso a disposición de la Fiscalía de Menores en caso de que esta halle indicios de delito en la exhibición de la violenta función ante niños.

La portavoz del PSOE en el consistorio ha sido la última en pedir la dimisión de Celia Mayer después de que el PP presentase el pasado domingo una denuncia contra ella por colaboración en enaltecimiento del terrorismo y el grupo municipal de C’s se uniese al clamor que pide un relevo en la Concejalía de Cultura. Además, Causapié advirtió de que esperan que en 24 o 48 horas el consistorio tome cartas en el asunto.

Carmena tan sólo rectificó a Mayer en cuanto a sus declaraciones en Twitter en las que afirmaba que se ha puesto en contacto con los servicios jurídicos de Madrid Destino –empresa municipal organizadora del Carnaval–, para «estudiar la retirada de la denuncia» interpuesta contra la compañía de títeres por incumplimiento del contrato y haber podido ofender sensibilidades, especialmente a los menores de edad. Al respecto, la alcaldesa consideró que era una «opción difícil», ya que había un claro incumplimiento respecto del contenido de la obra y la sinopsis publicitada en el folleto con la programación de fiestas.

Igualmente, la primera edil desdeñó la crítica de otros cinco de los concejales de su grupo municipal que han censurado la acción judicial contra los titiriteros y la denuncia municipal al asegurar que la opinión del Ayuntamiento «es lo que digo yo». En cambio, Carmena comparte la opinión de los representantes de Ahora Madrid en cuanto a la decisión del juez de la Audiencia Nacional de ordenar prisión incondicional para los dos detenidos por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo.

«La severidad del Juzgado de Instrucción ha sido de un rigor excesivo», señaló la alcaldesa, que defendió que el «que haya unos personajes que digan Gora ETA en el marco de una representación no puede entenderse que en sí mismo sea una expresión directa de ese llamamiento identificado con lo que ha sido la actitud de un determinado movimiento político como es ETA, o como puede ser ahora mismo el terrorismo yihadista». La regidora justificó que el cartel que rezaba «gora Alka-ETA» se había exhibido en el marco del Carnaval «con todo lo que tiene de satírico y ruptura de los márgenes normales», lo que hace que, en su opinión «no sea punible».