Arte, Cultura y Espectáculos
Celebra los «locos» años veinte
Dobla la esquina. Una mujer de pelo corto y negro como el tizón escupe volutas de humo a través de una boquilla larga y tiesa. Su hombro se tropieza con alguien. Un hombre con sombrero de borsalino le echa una mirada, de esas que matan. Podría parecer que estuviera en el Madrid de los años 20 o la Europa de entreguerras, si no fuera porque en el «Sing, Sing, Sing (With a Swing)» de Louis Prisma, la palabrita se ha repetido más de cinco o diez veces. Lo que le descuadra se llama «electroswing», un estilo musical y estético que fusiona los «felices años» con el «clubbing» y la electrónica de este siglo.
De hecho, el primer festival para los amantes del género se celebrará el próximo sábado 29 de septiembre en la sala Cha3, un salón de baile estilo años 30, situado a las orillas del Río Manzanares. La sesión, con diez horas de música, comenzará a las 17:30 horas hasta las 5:00 de la madrugada. Contará con bandas en directo; dj's internacionales venidos de Berlín, Londres y París; artistas multidisciplinares de circo, cabaret y «performers»; talleres de baile y circo, exposiciones e instalaciones artísticas, un mercadillo «vintage», un «hula hop corner» y un tour por el Madrid de 1932. Este evento musical sin precedentes en nuestro país, está diseñado como un espacio de encuentro cultural y lúdico para amantes de los aires retrofuturistas. El Electro Swing Festival «recupera un parte del Madrid de los años 30, donde calles como Atocha estaban llenas de salas de baile en las que la orquesta cambiaba cada dos horas», explican los organizadores, y prosiguen: «De fiestas en las que la gente se hinchaba a bailar y donde organizadores y artistas multidisciplinares se mezclaban con el público».
Este proyecto cuenta con una comunidad de 2.500 personas y ha sido impulsado por la asociación cultural sin ánimo de lucro con un recorrido de tres años organizando eventos en la noche madrileña. «Somos los primeros que hacemos un proyecto estable de este estilo en nuestro país, si bien en Alemania o Reino Unido hay proyectos grandes que funcionan desde hace unos diez años», concluyen. ¿La única condición? «Hay que acudir con disfraz».
✕
Accede a tu cuenta para comentar