Teatro

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El Canal le echa guindas

El gran teatro de la Comunidad de Madrid le hace hueco a uno pequeño con un doblete de calidad: «La larga cena de Navidad» y «Odio a Hamlet». PARA NO PERDERSE. Dónde: Teatros del Canal. C/ Cea Bermúdez, 1. MadridCuándo: del 20 de diciembre al 6 de enero. «La larga cena de Navidad»: de martes a sábados, 19:00 h. Domingo, 18:30 h / «Odio a Hamlet»: de martes a sábado, 21:00 h. Domingo, 20:30 h. . Cuánto: 18/20 euros.

José Maya y Raúl Fernández, en «Odio a Hamlet»
José Maya y Raúl Fernández, en «Odio a Hamlet»larazon

Recogido, cuidadoso y artesanal, el teatro que se hace en la Guindalera, la sala del mismo nombre que el barrio madrileño donde tiene su sede, ha dado algunos de los mejores momentos escénicos de los últimos años a Madrid, con una apuesta por el teatro de texto, la inteligencia y el amor al trabajo del actor puesto en cada diálogo. Lejos de etiquetas que no los representan como «alternativo» –¿se les ocurre algo menos alternativo que estrenar y reestrenar año tras año a un autor irlandés fetiche como es Brian Friel, con joyas como «Bailando en Lughnasa», acudir sistemáticamente a Chéjov o repetir con Tirso de Molina–, su independencia queda tan clara en sus criterio artísticos como la calidad de sus propuestas. Atentos a lo que se cuece en su entorno, los Teatros del Canal le hacen un hueco estas Navidades a la sala que dirigen Juan Pastor y Teresa Valentín con un miniclo en el que han programado dos de las producciones más aplaudidas de la sala, «Odio a Hamlet», de Paul Rudnick, y «La larga cena de Navidad», de Thorton Wilder.

En la primera, una divertida y bella reflexión sobre el oficio del actor, el protagonista, al que da vida y Raúl Fernández, es un intérprete que ha tenido un efímero éxito televisivo y se encuentra ante la gran encrucijada de su vida: aceptar otro papel similar o animarse a un trabajo que le reportará probablemente prestigio, pero acaso no dinero en el teatro. Para ayudarle a tomar la decisión, un jocoso fantasma se meterá en su vida, nada menos que el del ilustre actor shakespeariano John Barrymore.

La segunda pieza es una comedia cargada de ironía. En «La larga cena de Navidad», Wilder habla de la vida y la muerte, la familia, el paso del tiempo, a través de cuatro generaciones de un misma familia, que se van incorporando a la mesa de una larga cena que durará noventa años.