El mal tiempo da tregua en el inicio de Semana Santa

Miles de personas siguieron en el centro las procesiones de La Borriquita y Los Estudiantes.

Las calles del centro de Madrid huelen estos días a incienso, y los miles de fieles que las abarrotan ya oyen el sonido de los tambores al doblar las esquinas. Los actos de Semana Santa empezaron oficialmente ayer, y lo hicieron con la vista de los creyentes puesta en el cielo. Al contrario de lo que suele ocurrir en estas fechas, el tiempo en la capital está siendo más inestable de lo habitual, pero por fortuna no ha supuesto un impedimento para que los primeros pasos desfilasen con normalidad. Los desmayos por golpes de calor que se sucedieron el Domingo de Ramos del año pasado se sustituyeron en esta ocasión por rezos mirando al cielo. La jornada empezó en la catedral de La Almudena con la tradicional bendición de las palmas y los ramos, y continuó por la tarde con la salida de La Borriquita y la hermandad de Los Estudiantes.

Los cofrades de la Hermandad Sacramental y Penitencial Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Amor –conocidos comúnmente como «La Borriquita»– salieron del templo portando el paso con puntualidad. La imagen, obra del escultor sevillano Ramón Martín y que data de 2013, abandonó la iglesia escoltada por un séquito de fieles vestidos con indumentarias de un blanco inmaculado. La talla, que muestra a un Jesús ovacionado montado en una burra a su llegada a la ciudad sagrada, cosechó multitud de aplausos entre asistentes, de todas las edades que se agolpaban en las estrechas calles para ver de cerca al Cristo. Uno de los momentos más emocionantes se vivió cuando el paso se detuvo en la plaza de Las Descalzas, ya que nunca había procesionado por el lugar.

Más solemne fue el recorrido del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón y María Santísima Inmaculada Madre de la Iglesia que portaron del Los Estudiantes –en referencia a los que portaban la talla en sus orígenes–, que sólo retrasó su salida diez minutos. De riguroso negro, los cofrades escoltaron las imágenes en un recorrido circular que empezó y acabó en la iglesia de San Miguel. Los fieles apuraron el paso y la procesión fue más fugaz de lo normal ante la amenaza de inclemencias meteorológicas. La comitiva realizó varias paradas a lo largo del recorrido, momento que aprovecharon algunos devotos para cantar emotivas saetas desde los balcones que provocaron primero el silencio y luego los vítores de los asistentes. La Semana Santa de Madrid cada vez reúne más fieles, y adopta tradiciones de otras ciudades con fiestas más multitudinarias como Sevilla.

Ramos benditos

Por la mañana, y como máxima autoridad de la Iglesia en Madrid, el arzobispo de la región, Carlos Osoro, fue el encargado de arrancar la festividad recordando uno de los momentos más alegres de la Semana Santa: la entrada de Jesús en Jerusalén, cuando fue recibido por los fieles con ramos de olivo. El acto empezó con la bendición de las palmas de los feligreses que se encontraban en el atrio de la calle Bailén. A las puertas del templo, los encargados de llevar a cabo el sagrado acto fueron hermanos de la Muy Ilustre Hermandad Sacramental y Penitencial Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Amor en su Entrada Triunfal en Jerusalén y de María Santísima Anunciación y Nuestra Señora del Rosario.

Los devotos tienen ahora unos días para reunir fuerzas y esperar con ansia las siguientes procesiones. La próxima cita en estos días de pasión será el miércoles. Los protagonistas ese día serán los cofrades de Los Gitanos y Las Tres Caídas. Los primeros empezarán a desfilar a las 20:15 horas desde la parroquia del Carmen, muy cerca de la Puerta del Sol. Tan solo quince minutos después saldrá el paso de Las Tres Caídas desde la iglesia de San Andrés Apóstol, en el barrio de La Latina. Hasta entonces, la mejor manera de endulzar la espera es pecar y caer en la tentación del dulce típico: las torrijas.

Los ediles del PP se suman a los festejos religiosos

El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se unió a la procesión de Los Estudiantes como único representante del Ayuntamiento de Madrid en las primeras procesiones. Por la mañana, una comitiva de populares presidida por la consejera de Transportes de la Comunidad, Rosalía Gonzalo, acudió a la bendición de las palmas en La Almudena. «Nos gusta la Semana Santa, nos gusta el carácter espiritual, cultural, festivo... e invito a todos los madrileños a participar de estas tradiciones arraigadas en la ciudad que hay que mantener», indicó Martínez-Almeida. Ningún miembro del Consistorio ha confirmado por el momento su asistencia a los actos, que ya obviaron el año pasado.